B"H
Cada Cosa en su Lugar
Cuando analizamos la personalidad de Esav, el hijo mayor de nuestro patriarca Itzjak, nos encontraremos con un personaje que pasó sus días privilegiando los aspectos accesorios de su vida.
Fue él quien antepuso siempre su trabajo como cazador al cuidado de su familia. Vivía en el campo, afuera de su casa, mientras que su hermano Iaakov era un Ish Tam Ioshev Ohalim (Un hombre simple, morador de tiendas) (Bereshit 25, 27). Fue Esav quien antepuso lo inmediato y accesorio a lo principal e imperecedero cuando cambio un plato de lentejas por su derecho de primogenitura.
Solemos pensar que Itzjak bendice a Iaakov en lugar de Esav porque Iaakov birló la bendición a su hermano. Es cierto. Pero también es cierto que la bendición difícilmente pueda caer sobre aquel que sistemáticamente antepone aspectos secundarios de su vida a lo central y fundamental.
Es cierto que a menudo ciertas bendiciones recaen sobre nosotros sin que lo busquemos. (También -vale decir- que a menudo hay maldiciones que vienen sobre nosotros sin que lo merezcamos).
Pero no menos cierto es que somos nosotros, con nuestra capacidad de amar y nuestra forma de encarar la vida, quienes nos acercamos a las bendiciones...o nos alejamos de ellas.
En la Ley Judía hay un caso gráfico al respecto, vinculado al universo de las bendiciones.
Cuando uno come bananas, por ejemplo, dice la berajá Boré Prí HaAdamá.
Cuando uno come crema, dice la berajá SheHaKol Nihié BiDvaró.
Ahora...¿Qué ocurre si nosotros comemos banana con crema? ¿Qué bendición decimos? ¿Boré Prí HaAdamá o SheHakol?
La respuesta es Boré Prí HaAdamá, porque la bendición debe recaer sobre el Ikar (sobre lo principal) y no sobre lo Tafel (lo secundario). La crema acompaña a la banana, y no al revés.
Igualmente, podríamos decir que aquellas personas que privilegian en sus vidas el Ikar (lo principal) sobre lo Tafel (lo accesorio) son más propensas a la bendición.
Pensemos entonces: ¿Cuál es el Ikar de nuestra vida?
¿Nuestros hijos, nuestra familia, nuestros amigos, nuestros sueños, nuestra salud, nuestra pareja?Pues entonces que vayan primero, si es que no queremos ser como Esav. El resto siempre encontrará su lugar...
Rabino Gustavo Surazski. Comunidad "Netzaj Israel", Ashkelon.
domingo, 22 de noviembre de 2009
jueves, 12 de noviembre de 2009
Parashat Jaiei Sara 5770
B"H
Mira quién corre.....
El capítulo veinticuatro de Sefer Bereshit nos relata el viaje de Eliezer hacia la tierra de Abraham en busca de una mujer para Itzjak.
Dijo Abraham a Eliezer, su siervo: ‘No tomes mujer para mi hijo, de las hijas del cananita...sino que a mi tierra y a mi parentela irás y tomarás mujer para mi hijo’ (Bereshit 24, 3-4).
Al llegar Eliezer al final de su camino, la Torá nos muestra a tres personajes diferentes que corren para cumplir con su cometido.
El primero de ellos es el propio Eliezer, quien corre al encuentro de Rivka para asegurarse de haber encontrado a la mujer indicada para el hijo de su señor (Bereshit 24, 17). La segunda que corre en este capítulo es nuestra matriarca Rivka quien se apresura para anunciar en casa de su madre la llegada de Eliezer y su pedido de hospedaje (Bereshit 24, 28). El tercero es Laban, hermano de Rivká, quien corre hacia Eliezer obnubilado por el aro y las alhajas que este estaba trayendo (Bereshit 24, 29).
Todos tuvieron idéntica reacción; sin embargo podemos ver que el móvil fue diferente en cada uno de los casos. Están quienes corren -como Eliezer- cuando advierten que la descendencia de Abraham corre peligro; cuando observan que la promesa divina de multiplicar a Su pueblo está condicionada por factores externos. Son los que corren y ‘se juegan’ por el destino del pueblo judío.
Están quienes corren -como Rivká- para cumplir una ‘mitzvá’; para transformar a su vida en entrega y compromiso por la suerte de aquellos que no tienen dónde dormir o qué comer. Por último, están quienes sólo corren -como Labán- trás el dinero y el brillo del oro; quienes llevan adelante una existencia mediocre y vacía de toda espiritualidad. Si ves a alguno corriendo por la vida no des importancia a la rapidez de sus piernas; miralo a los ojos y sabrás el por qué de su apuro.
Sabrás si su urgencia tiene que ver con la entrega de Eliezer y Rivká o con la miseria de Laván.
Rabino Gustavo Surazski. Comunidad "Netzaj Israel", Ashkelon.
Mira quién corre.....
El capítulo veinticuatro de Sefer Bereshit nos relata el viaje de Eliezer hacia la tierra de Abraham en busca de una mujer para Itzjak.
Dijo Abraham a Eliezer, su siervo: ‘No tomes mujer para mi hijo, de las hijas del cananita...sino que a mi tierra y a mi parentela irás y tomarás mujer para mi hijo’ (Bereshit 24, 3-4).
Al llegar Eliezer al final de su camino, la Torá nos muestra a tres personajes diferentes que corren para cumplir con su cometido.
El primero de ellos es el propio Eliezer, quien corre al encuentro de Rivka para asegurarse de haber encontrado a la mujer indicada para el hijo de su señor (Bereshit 24, 17). La segunda que corre en este capítulo es nuestra matriarca Rivka quien se apresura para anunciar en casa de su madre la llegada de Eliezer y su pedido de hospedaje (Bereshit 24, 28). El tercero es Laban, hermano de Rivká, quien corre hacia Eliezer obnubilado por el aro y las alhajas que este estaba trayendo (Bereshit 24, 29).
Todos tuvieron idéntica reacción; sin embargo podemos ver que el móvil fue diferente en cada uno de los casos. Están quienes corren -como Eliezer- cuando advierten que la descendencia de Abraham corre peligro; cuando observan que la promesa divina de multiplicar a Su pueblo está condicionada por factores externos. Son los que corren y ‘se juegan’ por el destino del pueblo judío.
Están quienes corren -como Rivká- para cumplir una ‘mitzvá’; para transformar a su vida en entrega y compromiso por la suerte de aquellos que no tienen dónde dormir o qué comer. Por último, están quienes sólo corren -como Labán- trás el dinero y el brillo del oro; quienes llevan adelante una existencia mediocre y vacía de toda espiritualidad. Si ves a alguno corriendo por la vida no des importancia a la rapidez de sus piernas; miralo a los ojos y sabrás el por qué de su apuro.
Sabrás si su urgencia tiene que ver con la entrega de Eliezer y Rivká o con la miseria de Laván.
Rabino Gustavo Surazski. Comunidad "Netzaj Israel", Ashkelon.
miércoles, 4 de noviembre de 2009
Parashat VaIerá 5770
B"H
Espejismos de Justicia
Esta semana leemos en la Torá acerca de la destrucción de Sedom y Amorá. Al hablar de estas ciudades, solemos pensar que en estos lugares la justicia estaba ausente. Y no es cierto. Eran ciudades con muchas leyes, y la gente no le daba la espalda a SU LEY....
.¿Qué es entonces lo que enojaba tanto a Di-s? ¿Por qué destruir dos ciudades con gente tan obediente?
Se nos cuenta, por ejemplo, que había una ley en Sedom que prohibía darle pan a la gente pobre. Aquel que diera pan a los pobres sería quemado en el fuego. Cuando un pobre se allegaba a ellos, no le daban pan sino tan sólo monedas...y cada uno escribía su nombre sobre ella. Cuando el pobre moría, cada uno venía y recuperaba su moneda.
Sedom era un lugar muy "civilizado"…pero faltaba el temor a Di-s. Y sin temor a Di-s, poco sentido tenían las leyes...
El Rabino Yissocher Frand explica esta idea a través de un ejemplo bien gráfico. El respeto a las leyes no siempre asegura armonía social. En plena Noche de los Cristales Rotos en la Alemania nazi, un niño ingresó corriendo a su jeder y a los gritos informó al Rabino que su casa se estaba incendiando. El Rabino salió corriendo del aula y telefoneó al Departamento de Bomberos para informar del incendio. ‘No podemos hacer nada’, le dijo el Jefe de Bomberos. ‘Apagar ESE incendio es ilegal’.
Alemania seguía siendo un país de leyes, como siempre. Ocurría que por entonces era ILEGAL apagar incendios en casas de judíos.
Bajo ese aspecto, en la Alemania de Hitler ocurría lo mismo que en Sedom: La gente respetaba las leyes a rajatabla. Pero sin temor a Di-s, las leyes no sirven para nada.
Tal vez sea por eso que Di-s dice a Abraham después del episodio de la Akeidá (Bereshit 22, 12): ‘Ahora sé que eres temeroso de Di-s’. ¿Por qué Di-s elige esa expresión? ¿Por que no decirle: ‘Ahora se que eres obediente’ o ‘Ahora conozco tu sumisión’?
Porque hay mucha gente obediente y sumisa en el mundo, pero obedece y se somete ante estos espejismos de justicia.
La gente de Sedom era obediente, la gente de Hitler era sumisa...
Pero lo de Abraham era diferente. Abraham fue el primero en ser temeroso del Cielo.
Rabino Gustavo Surazski. Comunidad "Netzaj Israel", Ashkelon.
Espejismos de Justicia
Esta semana leemos en la Torá acerca de la destrucción de Sedom y Amorá. Al hablar de estas ciudades, solemos pensar que en estos lugares la justicia estaba ausente. Y no es cierto. Eran ciudades con muchas leyes, y la gente no le daba la espalda a SU LEY....
.¿Qué es entonces lo que enojaba tanto a Di-s? ¿Por qué destruir dos ciudades con gente tan obediente?
Se nos cuenta, por ejemplo, que había una ley en Sedom que prohibía darle pan a la gente pobre. Aquel que diera pan a los pobres sería quemado en el fuego. Cuando un pobre se allegaba a ellos, no le daban pan sino tan sólo monedas...y cada uno escribía su nombre sobre ella. Cuando el pobre moría, cada uno venía y recuperaba su moneda.
Sedom era un lugar muy "civilizado"…pero faltaba el temor a Di-s. Y sin temor a Di-s, poco sentido tenían las leyes...
El Rabino Yissocher Frand explica esta idea a través de un ejemplo bien gráfico. El respeto a las leyes no siempre asegura armonía social. En plena Noche de los Cristales Rotos en la Alemania nazi, un niño ingresó corriendo a su jeder y a los gritos informó al Rabino que su casa se estaba incendiando. El Rabino salió corriendo del aula y telefoneó al Departamento de Bomberos para informar del incendio. ‘No podemos hacer nada’, le dijo el Jefe de Bomberos. ‘Apagar ESE incendio es ilegal’.
Alemania seguía siendo un país de leyes, como siempre. Ocurría que por entonces era ILEGAL apagar incendios en casas de judíos.
Bajo ese aspecto, en la Alemania de Hitler ocurría lo mismo que en Sedom: La gente respetaba las leyes a rajatabla. Pero sin temor a Di-s, las leyes no sirven para nada.
Tal vez sea por eso que Di-s dice a Abraham después del episodio de la Akeidá (Bereshit 22, 12): ‘Ahora sé que eres temeroso de Di-s’. ¿Por qué Di-s elige esa expresión? ¿Por que no decirle: ‘Ahora se que eres obediente’ o ‘Ahora conozco tu sumisión’?
Porque hay mucha gente obediente y sumisa en el mundo, pero obedece y se somete ante estos espejismos de justicia.
La gente de Sedom era obediente, la gente de Hitler era sumisa...
Pero lo de Abraham era diferente. Abraham fue el primero en ser temeroso del Cielo.
Rabino Gustavo Surazski. Comunidad "Netzaj Israel", Ashkelon.
Etiquetas:
Parashat Hashavua
martes, 27 de octubre de 2009
Parashat Lej lejá 5770
B"H
No hay edad para el cambio.
Setenta y cinco años tenía Abraham al salir de casa de su padre. Setenta y cinco años vivió Abraham equivocado. Escuchó el llamado de Di-s y partió. ‘Y dijo el Eterno a Abram: Vete de tu tierra y de tu parentela, y de la casa paterna, a la tierra que te señalaré’.
¿Qué sabemos de los setenta y cinco primeros años de Abraham?
Poco y nada. El Midrash nos cuenta que era comerciante. Teraj, su papá, moldeaba ídolos para cultos paganos. En una ocasión salió su papá, y dejó a Abraham a cargo del negocio. Abraham tomó un palo y destrozó todas la estatuas de su padre. Todas, menos una; y en sus manos puso el palo.
Su padre regresó, y al ver el desastre en su comercio, preguntó horrorizado a su hijo: ‘¿Quién hizo ésto?’.
"¡No sabes lo que pasó cuando saliste!", dijo Abraham. "Las estatuas comenzaron a pelearse. Todas querían comer primero de las ofrendas. Una decía ‘¡Primera, yo!’ otra ‘¡No, primero yo!’. La más grande de todas, tomó un palo en la mano y destrozó a todas sus compañeras".
"¿Crees que soy tonto?", dijo Teraj a su hijo. "¿Cómo voy a creer éso?".
"No escuchen tus oídos lo que está diciendo tu boca", dijo Abraham (Bereshit Rabá 38, 13).
Abraham comprende que setenta y cinco años son muchos, pero que eso no lo inhibe para actuar.
De hecho, los grandes sucesos de la vida de Abraham ocurrieron después de los setenta y cinco años. A los setenta y cinco años se va de su casa y se establece en la Tierra de Israel. A los ochenta y seis años, nace su primer hijo (Ishmael). A los noventa y nueve años, cambia su nombre, y abraza la fe judía practicándose el brit milá. Y a los cien años, nace su hijo Itzjak.
¿Qué hizo Abraham antes de los setenta y cinco? Sabemos poco. Lo que sí sabemos es que la vida -la auténtica y provechosa vida de Abraham- comenzó allí, en ese punto en el que mucha gente dice ‘Ya no tengo más fuerzas’.
En ese punto, Di-s llama a Abraham y le dice: ‘Si creías no tener más fuerzas, Yo te llamo, te confío la formación de un pueblo de quien serás su padre, y te demostraré que tenes muchas más fuerzas de las que creías tener. Mañana a la mañana no te vas a levantar para ir al negocio de tu papá a vender ídolos de barro en los que no crees...Lej, Lejá...¡Vete de aquí!. Junta fuerzas y sal de tu vida en busca de un nuevo rumbo. Yo estoy contigo’.
Leí en una oportunidad, acerca de los premios Nobel y de su orígenes. Alfred Nobel, un químico sueco, amasó fortunas fabricando explosivos y vendiendo la fórmula a diferentes gobiernos para fabricar armamentos.
Ya de grande, el hermano de Nobel murió, y por un error periodístico se público la necrólogica de Alfred, que por la mañana tomó el diario y se enteró que...¡había muerto! Sin embargo, tuvo una oportunidad única; logró leer aquello por lo que sería recordado a la hora de su muerte.
Fue tal su costernación al ver que pasaría a la historia y sería recordado por ser un mercader de la muerte, que tomó toda su fortuna y la usó para crear la fundación que premia los mayores logros en diversos campos útiles para la humanidad.
Y en realidad, es por eso –por los premios- y no por los explosivos que se lo recuerda al día de hoy. Fue en los últimos años de su vida, que Nobel le imprimió un nuevo rumbo a la existencia.
No seamos ingenuos. Hay ciertas veces en la vida que es difícil volver a empezar. La edad nos limita para ciertas cosas, a todos, niños, jóvenes y ancianos. Uno va creciendo y ciertas cosas ya son difíciles de cambiar. Para convivir con ello, también es necesario ser fuerte.
Quiera Di-s darnos la fuerza para cambiar lo modificable, y para aprender a convivir con aquello que no lo es.
Rabino Gustavo Surazski. Comunidad "Netzaj Israel", Ashkelon.
No hay edad para el cambio.
Setenta y cinco años tenía Abraham al salir de casa de su padre. Setenta y cinco años vivió Abraham equivocado. Escuchó el llamado de Di-s y partió. ‘Y dijo el Eterno a Abram: Vete de tu tierra y de tu parentela, y de la casa paterna, a la tierra que te señalaré’.
¿Qué sabemos de los setenta y cinco primeros años de Abraham?
Poco y nada. El Midrash nos cuenta que era comerciante. Teraj, su papá, moldeaba ídolos para cultos paganos. En una ocasión salió su papá, y dejó a Abraham a cargo del negocio. Abraham tomó un palo y destrozó todas la estatuas de su padre. Todas, menos una; y en sus manos puso el palo.
Su padre regresó, y al ver el desastre en su comercio, preguntó horrorizado a su hijo: ‘¿Quién hizo ésto?’.
"¡No sabes lo que pasó cuando saliste!", dijo Abraham. "Las estatuas comenzaron a pelearse. Todas querían comer primero de las ofrendas. Una decía ‘¡Primera, yo!’ otra ‘¡No, primero yo!’. La más grande de todas, tomó un palo en la mano y destrozó a todas sus compañeras".
"¿Crees que soy tonto?", dijo Teraj a su hijo. "¿Cómo voy a creer éso?".
"No escuchen tus oídos lo que está diciendo tu boca", dijo Abraham (Bereshit Rabá 38, 13).
Abraham comprende que setenta y cinco años son muchos, pero que eso no lo inhibe para actuar.
De hecho, los grandes sucesos de la vida de Abraham ocurrieron después de los setenta y cinco años. A los setenta y cinco años se va de su casa y se establece en la Tierra de Israel. A los ochenta y seis años, nace su primer hijo (Ishmael). A los noventa y nueve años, cambia su nombre, y abraza la fe judía practicándose el brit milá. Y a los cien años, nace su hijo Itzjak.
¿Qué hizo Abraham antes de los setenta y cinco? Sabemos poco. Lo que sí sabemos es que la vida -la auténtica y provechosa vida de Abraham- comenzó allí, en ese punto en el que mucha gente dice ‘Ya no tengo más fuerzas’.
En ese punto, Di-s llama a Abraham y le dice: ‘Si creías no tener más fuerzas, Yo te llamo, te confío la formación de un pueblo de quien serás su padre, y te demostraré que tenes muchas más fuerzas de las que creías tener. Mañana a la mañana no te vas a levantar para ir al negocio de tu papá a vender ídolos de barro en los que no crees...Lej, Lejá...¡Vete de aquí!. Junta fuerzas y sal de tu vida en busca de un nuevo rumbo. Yo estoy contigo’.
Leí en una oportunidad, acerca de los premios Nobel y de su orígenes. Alfred Nobel, un químico sueco, amasó fortunas fabricando explosivos y vendiendo la fórmula a diferentes gobiernos para fabricar armamentos.
Ya de grande, el hermano de Nobel murió, y por un error periodístico se público la necrólogica de Alfred, que por la mañana tomó el diario y se enteró que...¡había muerto! Sin embargo, tuvo una oportunidad única; logró leer aquello por lo que sería recordado a la hora de su muerte.
Fue tal su costernación al ver que pasaría a la historia y sería recordado por ser un mercader de la muerte, que tomó toda su fortuna y la usó para crear la fundación que premia los mayores logros en diversos campos útiles para la humanidad.
Y en realidad, es por eso –por los premios- y no por los explosivos que se lo recuerda al día de hoy. Fue en los últimos años de su vida, que Nobel le imprimió un nuevo rumbo a la existencia.
No seamos ingenuos. Hay ciertas veces en la vida que es difícil volver a empezar. La edad nos limita para ciertas cosas, a todos, niños, jóvenes y ancianos. Uno va creciendo y ciertas cosas ya son difíciles de cambiar. Para convivir con ello, también es necesario ser fuerte.
Quiera Di-s darnos la fuerza para cambiar lo modificable, y para aprender a convivir con aquello que no lo es.
Rabino Gustavo Surazski. Comunidad "Netzaj Israel", Ashkelon.
Etiquetas:
Parashat Hashavua
jueves, 22 de octubre de 2009
miércoles, 21 de octubre de 2009
Parashat Noaj 5770
B"H
Pensando en el Vino
Al leer los primeros versículos de Parashat Noaj, llama poderosamente la atención que tratándose Noaj de un hombre probo e íntegro no haya sido desigando como padre del pueblo de Israel.
"Noaj, hombre justo e íntegro era en sus generaciones", nos dice la Torá al inicio de la Parashá (Bereshit 6, 9) ¿Acaso se necesita más que eso?
Los comentaristas se han encargado de responder a este interrogante sugiriendo que Noaj encaró el diluvio con una gran cuota de egoísmo. Se cuenta en el Zohar que al salir Noaj del arca y ver al mundo en ruinas comenzó a llorar y a implorar a Di-s:
¡Soberano del mundo! ¿Acaso no eres llamado piadoso? ¡Tendrías que haberte apiadado de tus criaturas!
Le dijo el Santo Bendito: ¿¡Ahora me lo dices!? ¡Por qué no lo hiciste cuando avertí que traería el diluvio!? Seguramente, al saberte a salvo en el arca no se te ocurrió pensar en el funesto destino del mundo... (Midrash HaNeelam, Noaj).
Sin embargo deseo hoy proponer otra respuesta para este interrogante, que está relacionada con la actitud de Naoj al finalizar el diluvio.
Al salir Noaj del arca, nos cuenta la Parashá: "Y empezó Noaj, (ser) hombre de la tierra (labrador), y a plantar una viña. Y bebió del vino y emborrachóse" (9:20-21)
Los sabios de Israel interpretan que la palabra "VaIajel" no proviene del verbo "LeHatjil" (Empezar) sino de la palabra Jol (Ordinario). De esta manera sugieren que Noaj se transformó en un ser ordinario al decidir comenzar esta nueva etapa de su vida plantando una viña. Podría haber plantado un higuera o un olivo y sin embargo comenzó plantando algo que terminó siendo su perdición y lo ubicó (a él y a sus tres hijos) frente a un complejo cuadro familiar de impredecibles consecuencias (véase Bereshit 9, 20-27).
¿Qué haríamos nosotros en su lugar? Si ante nuestros ojos viéramos al mundo en ruinas y debiéramos comenzar de cero...¿por dónde empezaríamos?
Algunos comenzarían construyendo una casa, otros tal vez una escuela... ¿En qué pensó Noaj? ¡En el vino!
Vemos que ese orden de prioridades dista de coincidir con la escala de valores de nuestros patriarcas.
¿En qué pensaban ellos?En encontrar -por ejemplo- una pareja adecuada para sus hijos, no sea que vayan a tomar mujer de entre las hijas de Cnaan (ver Bereshit 24,3; Bereshit 28, 8 donde se habla acerca de Abraham y de Itzjak).
Otro ejemplo interesante tiene que ver con el tercero de nuestros patriarcas. Cuando Iaakov descendió con sus hijos a la tierra de Egipto -inaugurando una nueva etapa en la vida de su familia- se nos cuenta que envió a Iehudá adelante de todos ellos (Bereshit 46, 28).
RaSHI nos enseña que Iehudá fue enviado en primer término a fin de establecer un Beit Talmud (una escuela) para los recién llegados (véase RaSHi a Bereshit 46, 28).
Abraam e Itzjak pensaban en la continuidad. Iaakov pensaba en la educación de sus hijos. ¿En qué pensaba Noaj? En los placeres de la bebida.
Un amigo me contó hace un tiempo que visitó la ciudad de Las Vegas en el Estado de Nevada de EEUU y se alojó en un hotel de la zona. Como es sabido, Las Vegas es la capital mundial del juego. Sin embargo, su visita a la ciudad nada tenía que ver con el mundo de la apuestas.
Mi amigo, que había llegado al lugar en viaje de negocios, regresó a su habitación después de una larga jornada de trabajo y quiso abrir la ventana para tomar un poco de aire fresco. Empujó la ventana con fuerza y notó que ésta estaba trabada a punto tal que resultaba imposible abrirla. Llamó entonces a la recepción del hotel y allí se le dijo que en la ciudad de Las Vegas las ventanas de los hoteles permanecen bloquedas por ley. La razón de semejante regla está relacionada -desde ya- con las apuestas. Se le dijo que mucha gente, al haber perdido grandes cantidades de dinero, puede verse tentada a saltar por la ventana al regresar a su habitación.
Resulta insólito pensar que alguien puede poner su dinero en un orden de prioridad superior al de su propia vida. ¿Acaso la gente no sabe que esto es un absurdo? ¿Es realmente necesario que un municipio o un hotel establezca una política tal a fin de salvar la vida de sus clientes?
Algo similar ocurre con las multas a los conductores ebrios. Todos saben que el conducir ebrio resulta peligroso. Y aun así el Estado amenaza a los conductores con fuertes multas en caso de ser atrapados en estado de ebriedad. ¿Por qué? ¿Acaso en peligro a perder la vida no representa suficiente escarmiento? Evidentemente no. Muchos son los que a la hora de subirse al volante piensan más en el "alcohol" que en la "vida".
La elección de un orden de prioridades correcto resulta uno de los más grandes desafíos que enfrenta todo hombre y mujer en su paso por este mundo. Y es la clave para el desarrollo de la vida de hombres, sociedades y naciones.
Desde un punto de vista racional, la ecuación siempre resultará sencilla. Pero a la hora de la verdad, la abrumadora absoluta del genero humano suele encarar la vida pensando en "tiempo presente" en lugar de hacerlo en "tiempo futuro".
Noaj estableció un orden de prioridades errado. Pensó en el vino y olvidó como repercutiría esto en sus hijos, convirtiendo a lo secundario en principal y a lo principal en secundario. Nadie puede ser el padre de una nación de valores eternos en base a semejante orden de prioridades.
Rabino Gustavo Surazski. Comunidad "Netzaj Israel", Ashkelon.
Pensando en el Vino
Al leer los primeros versículos de Parashat Noaj, llama poderosamente la atención que tratándose Noaj de un hombre probo e íntegro no haya sido desigando como padre del pueblo de Israel.
"Noaj, hombre justo e íntegro era en sus generaciones", nos dice la Torá al inicio de la Parashá (Bereshit 6, 9) ¿Acaso se necesita más que eso?
Los comentaristas se han encargado de responder a este interrogante sugiriendo que Noaj encaró el diluvio con una gran cuota de egoísmo. Se cuenta en el Zohar que al salir Noaj del arca y ver al mundo en ruinas comenzó a llorar y a implorar a Di-s:
¡Soberano del mundo! ¿Acaso no eres llamado piadoso? ¡Tendrías que haberte apiadado de tus criaturas!
Le dijo el Santo Bendito: ¿¡Ahora me lo dices!? ¡Por qué no lo hiciste cuando avertí que traería el diluvio!? Seguramente, al saberte a salvo en el arca no se te ocurrió pensar en el funesto destino del mundo... (Midrash HaNeelam, Noaj).
Sin embargo deseo hoy proponer otra respuesta para este interrogante, que está relacionada con la actitud de Naoj al finalizar el diluvio.
Al salir Noaj del arca, nos cuenta la Parashá: "Y empezó Noaj, (ser) hombre de la tierra (labrador), y a plantar una viña. Y bebió del vino y emborrachóse" (9:20-21)
Los sabios de Israel interpretan que la palabra "VaIajel" no proviene del verbo "LeHatjil" (Empezar) sino de la palabra Jol (Ordinario). De esta manera sugieren que Noaj se transformó en un ser ordinario al decidir comenzar esta nueva etapa de su vida plantando una viña. Podría haber plantado un higuera o un olivo y sin embargo comenzó plantando algo que terminó siendo su perdición y lo ubicó (a él y a sus tres hijos) frente a un complejo cuadro familiar de impredecibles consecuencias (véase Bereshit 9, 20-27).
¿Qué haríamos nosotros en su lugar? Si ante nuestros ojos viéramos al mundo en ruinas y debiéramos comenzar de cero...¿por dónde empezaríamos?
Algunos comenzarían construyendo una casa, otros tal vez una escuela... ¿En qué pensó Noaj? ¡En el vino!
Vemos que ese orden de prioridades dista de coincidir con la escala de valores de nuestros patriarcas.
¿En qué pensaban ellos?En encontrar -por ejemplo- una pareja adecuada para sus hijos, no sea que vayan a tomar mujer de entre las hijas de Cnaan (ver Bereshit 24,3; Bereshit 28, 8 donde se habla acerca de Abraham y de Itzjak).
Otro ejemplo interesante tiene que ver con el tercero de nuestros patriarcas. Cuando Iaakov descendió con sus hijos a la tierra de Egipto -inaugurando una nueva etapa en la vida de su familia- se nos cuenta que envió a Iehudá adelante de todos ellos (Bereshit 46, 28).
RaSHI nos enseña que Iehudá fue enviado en primer término a fin de establecer un Beit Talmud (una escuela) para los recién llegados (véase RaSHi a Bereshit 46, 28).
Abraam e Itzjak pensaban en la continuidad. Iaakov pensaba en la educación de sus hijos. ¿En qué pensaba Noaj? En los placeres de la bebida.
Un amigo me contó hace un tiempo que visitó la ciudad de Las Vegas en el Estado de Nevada de EEUU y se alojó en un hotel de la zona. Como es sabido, Las Vegas es la capital mundial del juego. Sin embargo, su visita a la ciudad nada tenía que ver con el mundo de la apuestas.
Mi amigo, que había llegado al lugar en viaje de negocios, regresó a su habitación después de una larga jornada de trabajo y quiso abrir la ventana para tomar un poco de aire fresco. Empujó la ventana con fuerza y notó que ésta estaba trabada a punto tal que resultaba imposible abrirla. Llamó entonces a la recepción del hotel y allí se le dijo que en la ciudad de Las Vegas las ventanas de los hoteles permanecen bloquedas por ley. La razón de semejante regla está relacionada -desde ya- con las apuestas. Se le dijo que mucha gente, al haber perdido grandes cantidades de dinero, puede verse tentada a saltar por la ventana al regresar a su habitación.
Resulta insólito pensar que alguien puede poner su dinero en un orden de prioridad superior al de su propia vida. ¿Acaso la gente no sabe que esto es un absurdo? ¿Es realmente necesario que un municipio o un hotel establezca una política tal a fin de salvar la vida de sus clientes?
Algo similar ocurre con las multas a los conductores ebrios. Todos saben que el conducir ebrio resulta peligroso. Y aun así el Estado amenaza a los conductores con fuertes multas en caso de ser atrapados en estado de ebriedad. ¿Por qué? ¿Acaso en peligro a perder la vida no representa suficiente escarmiento? Evidentemente no. Muchos son los que a la hora de subirse al volante piensan más en el "alcohol" que en la "vida".
La elección de un orden de prioridades correcto resulta uno de los más grandes desafíos que enfrenta todo hombre y mujer en su paso por este mundo. Y es la clave para el desarrollo de la vida de hombres, sociedades y naciones.
Desde un punto de vista racional, la ecuación siempre resultará sencilla. Pero a la hora de la verdad, la abrumadora absoluta del genero humano suele encarar la vida pensando en "tiempo presente" en lugar de hacerlo en "tiempo futuro".
Noaj estableció un orden de prioridades errado. Pensó en el vino y olvidó como repercutiría esto en sus hijos, convirtiendo a lo secundario en principal y a lo principal en secundario. Nadie puede ser el padre de una nación de valores eternos en base a semejante orden de prioridades.
Rabino Gustavo Surazski. Comunidad "Netzaj Israel", Ashkelon.
Etiquetas:
Parashat Hashavua
martes, 13 de octubre de 2009
Nuevo curso dictado por el Rabino Mauricio Balter
El dia Martes 10 de Noviembre comienza en nuestra Kehila el curso : "En el camino de la vida", del nacimiento hasta el fin de nuestros dias, aspectos filosoficos, psicologicos y tradicionales de las diferentes etapas de la vida .
El mismo sera dictado por el Rabino Mauricio Balter a las 20:00 hs en la Kehila, Dafna 49, Kiriat Bialik.
El costo del mismo: 10 sh (socios de la kehila) 15 sh (no socios) por clase.
Inscripcion previa telefonica al 8722921 o via email kehila5@bezeqint.net
El mismo sera dictado por el Rabino Mauricio Balter a las 20:00 hs en la Kehila, Dafna 49, Kiriat Bialik.
El costo del mismo: 10 sh (socios de la kehila) 15 sh (no socios) por clase.
Inscripcion previa telefonica al 8722921 o via email kehila5@bezeqint.net
Parashat Bereshit 5770
B"H
Bajos instintos
Mi padre suele decir que todos los conflictos existentes en nuestro mundo comenzaron aquel día en el que un hombre se levantó por la mañana y dijo: "¡Ésto es mío!".
Esta aseveración no es una declaración comunista en contra de la propiedad privada, sino –mas bien- una referencia a uno de los instintos fundamentales inherentes a la raza humana. Un niño alcanza este conocimiento en una edad cercana al año y medio, cuando es capaz de defender sus juguetes y su "propiedad privada" con sudor y -sobre todo- con muchas lágrimas.
En la Torá, este fenómeno ve la luz en el contexto de la fascinante historia de Caín y Abel. Este relato, ubicado en el cuarto capítulo de Sefer Bereshit, adolece de detalles fundamentales que dificultan su entera comprensión. Allí no se nos cuenta lo ocurrido entre Caín y Abel en los instantes previos al crimen, ni tampoco la motivación que tuvo Caín a la hora de asesinar a su hermano. Tampoco se nos explica la forma en la que los hermanos comprendieron que sólo la ofrenda de Abel había sido grata a los ojos de Di-s.
Entre los detalles faltantes en el relato, quisiera mencionar uno muy llamativo. El asesinato propiamente dicho ocure en el versículo octavo de dicho capítulo: "Y dijo Caín a Abel, su hermano; y fue estando en el campo que levantóse Caín contra Abel su hermano, y lo mató" (Bereshit 4, 8).
Este versículo ha intrigado a los Sabios de Israel, ya que en ningún momento se explicita el contenido del diálogo entre los hermanos. El Midrash completa lo que el relato bíblico calla, y ofrece el detalle de la conversación entre Caín y Abel en los minutos previos al crimen.
¿Por qué se estaban peleando? [¿Por qué razón se inició el incidente?]. Dijeron: ‘Ven y dividámosnos el mundo’. Uno tomó las tierras y el otro tomó los bienes muebles [Y acordaron que ninguno de ellos reclamaría los bienes del otro].
Uno dijo: ‘¡La tierra sobre la que estás parado me pertenece!’. El otro dijo: ‘¡Lo que estás vistiendo, me pertenece!’.
Uno dijo: ‘¡Sácate la ropa!’. El otro dijo: ‘¡Elévate por el aire [para no pisar su tierra]!’.Por ello, ‘levantóse Caín contra Hevel su hermano, y lo mató’ (Bereshit Raba 22:7).
Los Sabios de Israel nos enseñan que el contexto del incidente está relacionado con el apego a la propiedad privada. Aquella fue la primera vez en la que un hombre se levantó y dijo implícitamente: "¡Ésto es mío!".
Esta declaración implícita abrió la puerta a un sin número de conflictos fraternales a lo largo de la historia de la humanidad. ¿Acaso ésto podría haberse evitado?
Creo que la respuesta es negativa. Este incidente, como ya he dicho, es sólo una expresión de uno de los más básicos instintos inherentes al ser humano. Y este instinto no podrá jamás ser neutralizado en su totalidad. De no haber ocurrido con Caín y Abel, hubiera ocurrido tiempo después (posiblemente, no mucho tiempo después) y en el seno de alguna otra familia.
Pero aun cuando la Torá no pretende neutralizar este instinto, nos enseña a convivir con él de manera armónica.
Nuestros sabios en Pirkei Avot (5, 13) nos enseñan que existen cuatro categorías entre los hombres. El que dice lo mío es mío, y lo tuyo es tuyo, es el hombre de caracter mediocre (algunos creen que este fue el defecto de los habitantes de Sedom). El que dice: lo mío es tuyo y lo tuyo es mío, es el ignorante. El que dice: lo mío es tuyo y lo tuyo es tuyo, es el piadoso. Finalmente, el que dice lo tuyo es mío y lo mío es mío, es el malvado.
La primera categoría es descrita como propia de los hombres mediocres. A primera vista, pareciera ser ésta una declaración políticamente correcta. Yo me ocupo de lo mío, tú te ocupas de lo tuyo. Ni lo mío es de tu incumbencia, ni lo tuyo es de la mía. En apariencia, quien diga ésto, no está pecando ni de envidia ni de codicia. Sin embargo –tal como dijera alguna vez el Rab. Abraham Twerski- sería impropio creer que este rezonamiento es legítimo, por no codiciar el hombre los bienes de su prójimo (lo tuyo es tuyo). Por el contrario: su falta de estímulo por pensar en el prójimo (lo mío es mío), puede terminar destruyendo su alma, erosionando también seriamente el tejido social.
Es por ello que la Mishná agrega que éste fue el defecto de los habitantes de Sedom (y muy posiblemente, también haya sido el defecto del propio Caín quien acuñaría una frase que se trasnformaría con las generaciones en el lema de la indiferencia social: "¿Acaso soy yo el guardián de mi hermano?").
La segunda categoría (lo mío es tuyo y lo tuyo es mío), es la de los hombres ignorantes. Ésta es la categoría de los necios que creen poder neutralizar este instinto humano con frases rimbombantes y ostentosas. Para quienes pertenecen a esta segunda categoría la propiedad privada no existe. Todo pertenece a todos (lo mio es tuyo, y lo tuyo es mío) y posiblemente –al final- nada pertenezca a nadie. Un niño de un año y medio, ya sabe que este razonamiento es impracticable.
En cuanto a la cuarta categoría, no es necesario abundar en palabras. La persona que dice "lo tuyo es mío y lo mío es mío" bien merecido tiene el mote de malvado. Sólo una persona con corazón de piedra, puede manifestar semejante desprecio por los bienes ajenos.
De acuerdo a Pikei Avot, la persona piadosa es aquella que pertenece a la tercera categoría (lo mío es tuyo y lo tuyo es tuyo).
JaZaL no quieren enseñarnos con ésto que el hombre debe entregar todo su patrimonio a los demás. Lo que nos enseñan es que aquel que lleva adelante una vida de entrega se elevará por encima de aquel instinto. Es cierto que un niño de un año y medio ya sabe delimitar su territorio y comprende cuál es su propiedad privada. Pero no menos cierto, es que ese mismo niño sabe sonreír cuando decide dar de lo suyo a los demás.
JaZaL nos enseñan que –aun cuando el instinto nos empuje hacia otra dirección- bien vale conservar siempre esta virtud de entrega. Quien lo logre será fuente de luz y habrá de desparramarla por el mundo.
Rabino Gustavo Surazski. Comunidad "Netzaj Israel", Ashkelon.
Bajos instintos
Mi padre suele decir que todos los conflictos existentes en nuestro mundo comenzaron aquel día en el que un hombre se levantó por la mañana y dijo: "¡Ésto es mío!".
Esta aseveración no es una declaración comunista en contra de la propiedad privada, sino –mas bien- una referencia a uno de los instintos fundamentales inherentes a la raza humana. Un niño alcanza este conocimiento en una edad cercana al año y medio, cuando es capaz de defender sus juguetes y su "propiedad privada" con sudor y -sobre todo- con muchas lágrimas.
En la Torá, este fenómeno ve la luz en el contexto de la fascinante historia de Caín y Abel. Este relato, ubicado en el cuarto capítulo de Sefer Bereshit, adolece de detalles fundamentales que dificultan su entera comprensión. Allí no se nos cuenta lo ocurrido entre Caín y Abel en los instantes previos al crimen, ni tampoco la motivación que tuvo Caín a la hora de asesinar a su hermano. Tampoco se nos explica la forma en la que los hermanos comprendieron que sólo la ofrenda de Abel había sido grata a los ojos de Di-s.
Entre los detalles faltantes en el relato, quisiera mencionar uno muy llamativo. El asesinato propiamente dicho ocure en el versículo octavo de dicho capítulo: "Y dijo Caín a Abel, su hermano; y fue estando en el campo que levantóse Caín contra Abel su hermano, y lo mató" (Bereshit 4, 8).
Este versículo ha intrigado a los Sabios de Israel, ya que en ningún momento se explicita el contenido del diálogo entre los hermanos. El Midrash completa lo que el relato bíblico calla, y ofrece el detalle de la conversación entre Caín y Abel en los minutos previos al crimen.
¿Por qué se estaban peleando? [¿Por qué razón se inició el incidente?]. Dijeron: ‘Ven y dividámosnos el mundo’. Uno tomó las tierras y el otro tomó los bienes muebles [Y acordaron que ninguno de ellos reclamaría los bienes del otro].
Uno dijo: ‘¡La tierra sobre la que estás parado me pertenece!’. El otro dijo: ‘¡Lo que estás vistiendo, me pertenece!’.
Uno dijo: ‘¡Sácate la ropa!’. El otro dijo: ‘¡Elévate por el aire [para no pisar su tierra]!’.Por ello, ‘levantóse Caín contra Hevel su hermano, y lo mató’ (Bereshit Raba 22:7).
Los Sabios de Israel nos enseñan que el contexto del incidente está relacionado con el apego a la propiedad privada. Aquella fue la primera vez en la que un hombre se levantó y dijo implícitamente: "¡Ésto es mío!".
Esta declaración implícita abrió la puerta a un sin número de conflictos fraternales a lo largo de la historia de la humanidad. ¿Acaso ésto podría haberse evitado?
Creo que la respuesta es negativa. Este incidente, como ya he dicho, es sólo una expresión de uno de los más básicos instintos inherentes al ser humano. Y este instinto no podrá jamás ser neutralizado en su totalidad. De no haber ocurrido con Caín y Abel, hubiera ocurrido tiempo después (posiblemente, no mucho tiempo después) y en el seno de alguna otra familia.
Pero aun cuando la Torá no pretende neutralizar este instinto, nos enseña a convivir con él de manera armónica.
Nuestros sabios en Pirkei Avot (5, 13) nos enseñan que existen cuatro categorías entre los hombres. El que dice lo mío es mío, y lo tuyo es tuyo, es el hombre de caracter mediocre (algunos creen que este fue el defecto de los habitantes de Sedom). El que dice: lo mío es tuyo y lo tuyo es mío, es el ignorante. El que dice: lo mío es tuyo y lo tuyo es tuyo, es el piadoso. Finalmente, el que dice lo tuyo es mío y lo mío es mío, es el malvado.
La primera categoría es descrita como propia de los hombres mediocres. A primera vista, pareciera ser ésta una declaración políticamente correcta. Yo me ocupo de lo mío, tú te ocupas de lo tuyo. Ni lo mío es de tu incumbencia, ni lo tuyo es de la mía. En apariencia, quien diga ésto, no está pecando ni de envidia ni de codicia. Sin embargo –tal como dijera alguna vez el Rab. Abraham Twerski- sería impropio creer que este rezonamiento es legítimo, por no codiciar el hombre los bienes de su prójimo (lo tuyo es tuyo). Por el contrario: su falta de estímulo por pensar en el prójimo (lo mío es mío), puede terminar destruyendo su alma, erosionando también seriamente el tejido social.
Es por ello que la Mishná agrega que éste fue el defecto de los habitantes de Sedom (y muy posiblemente, también haya sido el defecto del propio Caín quien acuñaría una frase que se trasnformaría con las generaciones en el lema de la indiferencia social: "¿Acaso soy yo el guardián de mi hermano?").
La segunda categoría (lo mío es tuyo y lo tuyo es mío), es la de los hombres ignorantes. Ésta es la categoría de los necios que creen poder neutralizar este instinto humano con frases rimbombantes y ostentosas. Para quienes pertenecen a esta segunda categoría la propiedad privada no existe. Todo pertenece a todos (lo mio es tuyo, y lo tuyo es mío) y posiblemente –al final- nada pertenezca a nadie. Un niño de un año y medio, ya sabe que este razonamiento es impracticable.
En cuanto a la cuarta categoría, no es necesario abundar en palabras. La persona que dice "lo tuyo es mío y lo mío es mío" bien merecido tiene el mote de malvado. Sólo una persona con corazón de piedra, puede manifestar semejante desprecio por los bienes ajenos.
De acuerdo a Pikei Avot, la persona piadosa es aquella que pertenece a la tercera categoría (lo mío es tuyo y lo tuyo es tuyo).
JaZaL no quieren enseñarnos con ésto que el hombre debe entregar todo su patrimonio a los demás. Lo que nos enseñan es que aquel que lleva adelante una vida de entrega se elevará por encima de aquel instinto. Es cierto que un niño de un año y medio ya sabe delimitar su territorio y comprende cuál es su propiedad privada. Pero no menos cierto, es que ese mismo niño sabe sonreír cuando decide dar de lo suyo a los demás.
JaZaL nos enseñan que –aun cuando el instinto nos empuje hacia otra dirección- bien vale conservar siempre esta virtud de entrega. Quien lo logre será fuente de luz y habrá de desparramarla por el mundo.
Rabino Gustavo Surazski. Comunidad "Netzaj Israel", Ashkelon.
Etiquetas:
Parashat Hashavua
Invitacion Escritura Sefer Tora
La Kehila Hamasoratit Hakrayot te invita a la ceremonia de comienzo de escritura de un nuevo Sefer Tora, donado por el Sr. Arie Shzwarberg en recuerdo de su familia que murio durante el holocauto, y de su querida esposa Dora ז"ל.
El proximo Jueves 15 de Octubre a las 19:30 hs. durante el acto de Celebracion Central, se dara inicio a la escritura de este nuevo libro de vida, como aporte para las generaciones futuras de nuestra comunidad.
jueves, 24 de septiembre de 2009
Gmar Jatima Tova
Servicios Religiosos De Iamim Noraim
Iom Kipur Kol Nidrei Domingo 27/Sept. 17:15 hs.
Tfilat Ieladim 17:30 hs.
Shajarit Lunes 28/Sept. 08:30 hs.
Izcor Lunes 28/Sept. despues de las 10:30 hs.
Neila Lunes 28/Sept. 15:45 hs.
Tfilat Ieladim Lunes 28/Sept. 17:20 hs.
Final del ayuno Lunes 28/Sept. 17:52 hs.
RECOMENDACIONES:
*Solicitamos puntualidad y asegúrese de tener apagado su teléfono celular.
*Le recordamos no olvidar su talit en los servicios matutinos y en la noche de Kol Nidrei.
Tfilat Ieladim 17:30 hs.
Shajarit Lunes 28/Sept. 08:30 hs.
Izcor Lunes 28/Sept. despues de las 10:30 hs.
Neila Lunes 28/Sept. 15:45 hs.
Tfilat Ieladim Lunes 28/Sept. 17:20 hs.
Final del ayuno Lunes 28/Sept. 17:52 hs.
RECOMENDACIONES:
*Solicitamos puntualidad y asegúrese de tener apagado su teléfono celular.
*Le recordamos no olvidar su talit en los servicios matutinos y en la noche de Kol Nidrei.
Parsha Haazinu- Shabat Shuva
¡DONDE ESTA LA RUTA?
Este Shabat recibe el nombre de Shabat Shuvá: el Shabat del retorno. Es el profeta Oshea quien nos llama a regresar en este Shabat previo a Iom HaKipurim.Ahora…¿sabemos realmente dónde queremos retornar? ¿Sabemos dónde esta esa ruta a la que hace mención el profeta?Escucharemos en este Shabat: ‘¡Shuva Israel! (Retorna Israel)’.Pero...¿qué tal si estamos perdidos? ¿Qué tal si nadie nos sabe orientar acerca de cómo regresar?Aprendemos en este Shabat, que el retorno es difícil cuando uno está desorientado. Es imposible regresar de memoria, cuando uno no sabe bien donde está parado.
A menudo, cuando tomamos el auto y emprendemos un largo viaje necesitamos de un mapa. Otras veces uno sabe cómo llegar de memoria. Uno no necesita de un mapa para llegar de casa al trabajo o de casa a la escuela; es un viaje de todos los días...Pero hay ciertos viajes en donde hay que estar bien atentos. Debemos prestar atención a los carteles del camino y si nos confundimos en alguno y nos desviamos de la ruta, deberemos prestar atención a aquellos carteles que nos llevan de regreso a la ruta.
El ejercicio de la Teshuvá no es sencillo. Tenemos que hacer un balance, estudiarnos, ubicar nuestros puntos frágiles e intentar superarlos.No es un trabajo fácil, es lento. Es una labor que comienza con el mes de Elul y termina al cabo de cuarenta días. Es una ruta con varias estaciones: el mes de Elul, Rosh HaShaná, los diez días de Teshuvá, Iom HaKipurim. Es similar a una escalera con varios escalones.
En Iom HaKipurim podremos devorar el majzor y decir de memoria las cinco tefilot del día. Podremos agujerear nuestros pechos por los golpes de nuestros puños. Pero si permanecimos indiferentes durante todos estos días, seremos como aquel que viaja de memoria por una ruta inhóspita, sin mapa y sin brújula. Correremos serios riesgos de perdernos.
Para despertarnos de ese posible letargo, el profeta Oshea nos llama en este Shabat y nos dice: ‘Shuva Israel Ad Adonai Eloheja Ki Kashalta BeAvoneja’ (Retorna, Israel, al Eterno tu Dios porque tropezaste en tu iniquidad’). ¡Retorna Israel! ¡Despierta Israel! Faltan pocos días para el gran examen...
Rab Gustavo Surazski
Este Shabat recibe el nombre de Shabat Shuvá: el Shabat del retorno. Es el profeta Oshea quien nos llama a regresar en este Shabat previo a Iom HaKipurim.Ahora…¿sabemos realmente dónde queremos retornar? ¿Sabemos dónde esta esa ruta a la que hace mención el profeta?Escucharemos en este Shabat: ‘¡Shuva Israel! (Retorna Israel)’.Pero...¿qué tal si estamos perdidos? ¿Qué tal si nadie nos sabe orientar acerca de cómo regresar?Aprendemos en este Shabat, que el retorno es difícil cuando uno está desorientado. Es imposible regresar de memoria, cuando uno no sabe bien donde está parado.
A menudo, cuando tomamos el auto y emprendemos un largo viaje necesitamos de un mapa. Otras veces uno sabe cómo llegar de memoria. Uno no necesita de un mapa para llegar de casa al trabajo o de casa a la escuela; es un viaje de todos los días...Pero hay ciertos viajes en donde hay que estar bien atentos. Debemos prestar atención a los carteles del camino y si nos confundimos en alguno y nos desviamos de la ruta, deberemos prestar atención a aquellos carteles que nos llevan de regreso a la ruta.
El ejercicio de la Teshuvá no es sencillo. Tenemos que hacer un balance, estudiarnos, ubicar nuestros puntos frágiles e intentar superarlos.No es un trabajo fácil, es lento. Es una labor que comienza con el mes de Elul y termina al cabo de cuarenta días. Es una ruta con varias estaciones: el mes de Elul, Rosh HaShaná, los diez días de Teshuvá, Iom HaKipurim. Es similar a una escalera con varios escalones.
En Iom HaKipurim podremos devorar el majzor y decir de memoria las cinco tefilot del día. Podremos agujerear nuestros pechos por los golpes de nuestros puños. Pero si permanecimos indiferentes durante todos estos días, seremos como aquel que viaja de memoria por una ruta inhóspita, sin mapa y sin brújula. Correremos serios riesgos de perdernos.
Para despertarnos de ese posible letargo, el profeta Oshea nos llama en este Shabat y nos dice: ‘Shuva Israel Ad Adonai Eloheja Ki Kashalta BeAvoneja’ (Retorna, Israel, al Eterno tu Dios porque tropezaste en tu iniquidad’). ¡Retorna Israel! ¡Despierta Israel! Faltan pocos días para el gran examen...
Rab Gustavo Surazski
lunes, 14 de septiembre de 2009
Entrevista al Rabino Mauricio Balter
Kiriat Bialik, un proyecto que ya absorbió a 500 familias de inmigrantes.
Con el objetivo de promover la inmigración a esa ciudad del norte israelí, se encuentra en Argentina el rabino argentino Mauricio Balter, quien señaló en diálogo con la Agencia Judía de Noticias, AJN, que el éxito del proyecto “es conocido por su apoyo comunitario para acompañar a los olim (inmigrantes) en su inserción en Israel, por un gran grupo de voluntarios que ayuda, da soporte y atiende a los que llegan”.
“El objetivo es promover la aliá (inmigración) a Kiriat Bialik, que ya tiene en su seno a 504 familias sudamericanas. Es un proyecto que es conocido por su apoyo comunitario en el acompañamiento de los olim en su inserción en Israel. Una gran cantidad de voluntarios ayuda, da soporte y atiende a los que llegan”, contó Balter a AJN.
Consultado por los beneficios de vivir en esa cuidad, el rabino respondió a esta agencia que “Kiriat Bialik es una ciudad que se encuentra al norte de Israel, entre Haifa y Acre, en una ubicación privilegiada ya que hacia el sur, a 10 kilómetros, está el polo industrial de Haifa y hacia el norte, el sector sur de Acre, que tiene una salida laboral muy importante. Kiriat Bialik cuenta con 500 pequeñas y medianas industrias, que dan al inmigrante un importante mercado laboral. Está también uno de los centros comerciales más grandes de Israel con 500 puestos de trabajo. Cuenta además con las escuelas ORT más grandes del país, junto a una red educativa de altísimo nivel y alto nivel de vida”.
Según Balter, hay beneficios adicionales por vivir en esa ciudad. “Hay beneficios adicionales, como el pago del primer año de educación, todos los talleres municipales extracurriculares y el pago de la cuota en el club de la ciudad”, añadió.
En el ámbito comunitario señaló que “es una comunidad conservadora que brinda una ayuda espiritual muy grande y un marco de inserción.
La componen personas de 29 países, es un gran laboratorio de inserción”.“Si bien la absorción es personal, la gente de Kiriat Bialik quiere ayudar a los nuevos inmigrantes, porque quieren retribuir lo que recibieron”, aseguró.
Actualmente, la gran expectativa de la ciudad está la llegada de 20 familias.
Sobre la vida cotidiana en Israel, Balter dijo que “la realidad israelí es complicada, pero hay datos alentadores que indican que se salió de la crisis, y que ahora transitan una etapa de florecimiento". El Producto Bruto Interno subió en un 1 porciento, y bajó el nivel de desocupación. En lo social, la ciudad se está transformado y el gobierno está intentando hacer algunos cambios.
En lo que respecta a la seguridad, Kiriat Bialik está pasando por un buen momento. “Se dan las conversaciones con Siria, aún hay aspectos para cerrar con Estados Unidos que Netanyahu y Lieberman tendrán que evaluar para seguir adelante, mi visión es optimista”, dijo Balter.
La amenaza iraní es uno de los temas que ocupan a los israelíes. En este sentido, el rabino indicó que “la amenaza iraní no está presente en nuestras actividades cotidianas. Lo que puedo decir es que es un asunto constante que se discute mucho a nivel gubernamental. Es una preocupación, pero no influye en la vida cotidiana”.
Por último, y consultado sobre el desempeño del gobierno de Netanyahu, Balter destacó que “el premier todavía no logró encontrar una línea clara de estrategia para desarrollar las pautas de su gobierno y de las negociaciones”.
Nota publicada en www.prensajudia.com
Con el objetivo de promover la inmigración a esa ciudad del norte israelí, se encuentra en Argentina el rabino argentino Mauricio Balter, quien señaló en diálogo con la Agencia Judía de Noticias, AJN, que el éxito del proyecto “es conocido por su apoyo comunitario para acompañar a los olim (inmigrantes) en su inserción en Israel, por un gran grupo de voluntarios que ayuda, da soporte y atiende a los que llegan”.
“El objetivo es promover la aliá (inmigración) a Kiriat Bialik, que ya tiene en su seno a 504 familias sudamericanas. Es un proyecto que es conocido por su apoyo comunitario en el acompañamiento de los olim en su inserción en Israel. Una gran cantidad de voluntarios ayuda, da soporte y atiende a los que llegan”, contó Balter a AJN.
Consultado por los beneficios de vivir en esa cuidad, el rabino respondió a esta agencia que “Kiriat Bialik es una ciudad que se encuentra al norte de Israel, entre Haifa y Acre, en una ubicación privilegiada ya que hacia el sur, a 10 kilómetros, está el polo industrial de Haifa y hacia el norte, el sector sur de Acre, que tiene una salida laboral muy importante. Kiriat Bialik cuenta con 500 pequeñas y medianas industrias, que dan al inmigrante un importante mercado laboral. Está también uno de los centros comerciales más grandes de Israel con 500 puestos de trabajo. Cuenta además con las escuelas ORT más grandes del país, junto a una red educativa de altísimo nivel y alto nivel de vida”.
Según Balter, hay beneficios adicionales por vivir en esa ciudad. “Hay beneficios adicionales, como el pago del primer año de educación, todos los talleres municipales extracurriculares y el pago de la cuota en el club de la ciudad”, añadió.
En el ámbito comunitario señaló que “es una comunidad conservadora que brinda una ayuda espiritual muy grande y un marco de inserción.
La componen personas de 29 países, es un gran laboratorio de inserción”.“Si bien la absorción es personal, la gente de Kiriat Bialik quiere ayudar a los nuevos inmigrantes, porque quieren retribuir lo que recibieron”, aseguró.
Actualmente, la gran expectativa de la ciudad está la llegada de 20 familias.
Sobre la vida cotidiana en Israel, Balter dijo que “la realidad israelí es complicada, pero hay datos alentadores que indican que se salió de la crisis, y que ahora transitan una etapa de florecimiento". El Producto Bruto Interno subió en un 1 porciento, y bajó el nivel de desocupación. En lo social, la ciudad se está transformado y el gobierno está intentando hacer algunos cambios.
En lo que respecta a la seguridad, Kiriat Bialik está pasando por un buen momento. “Se dan las conversaciones con Siria, aún hay aspectos para cerrar con Estados Unidos que Netanyahu y Lieberman tendrán que evaluar para seguir adelante, mi visión es optimista”, dijo Balter.
La amenaza iraní es uno de los temas que ocupan a los israelíes. En este sentido, el rabino indicó que “la amenaza iraní no está presente en nuestras actividades cotidianas. Lo que puedo decir es que es un asunto constante que se discute mucho a nivel gubernamental. Es una preocupación, pero no influye en la vida cotidiana”.
Por último, y consultado sobre el desempeño del gobierno de Netanyahu, Balter destacó que “el premier todavía no logró encontrar una línea clara de estrategia para desarrollar las pautas de su gobierno y de las negociaciones”.
Nota publicada en www.prensajudia.com
miércoles, 9 de septiembre de 2009
Parashat Nitzavim 5769
B"H
No está en los cielos
Existe una gran diferencia entre la sensación que nos embarga en los días de Pesaj, al inicio de la primavera y las sensaciones que experimentamos en estos días de fiesta que se avecinan, al asomar el otoño en hemisferio norte.
Cuando llega Pesaj, uno comienza a experimentar deseos de ponerse en contacto con la tierra.
La naturaleza nos invita. Las flores comienzan a cubrir la tierra, el verde de las montañas nos llama y la brisa de la primavera nos llama a ‘conquistar la tierra’ con nuestros pies.
Cuando –seis meses después- llegan los Iamim Noraim, ya no es la tierra la que queremos conquistar. En esta época del año, nos ocupamos –más bien- del otro extremo de la escalera de Iaakov; cuando llega jodesh Elul, es el cielo el que queremos tocar.
Son tiempos de mucha rujaniut (espiritualidad), en los que muchas cosas se mueven en nuestro interior al son de las melodías de los Iamim Noraim que lentamente comienzan a sonar...Y lentamente nos iremos vistiendo de ángeles, hasta llegar al día de Iom Kipur en el que alejados de todos nuestros placeres corporales, volamos como ángeles al servicio de Dios.
Y previo a los estos celestiales jaguim, leemos Parashat Nitazvim.
Siempre -todos los años- Parashat Nitzavim es la sección que se lee el Shabat anterior a Rosh HaShaná.
Y en ella aparece un pasuk con tono de advertencia:
Lo BaShamaim Hi (No está en los cielos).
‘No te quedes en el Cielo’, parece advertirnos la Torá previo a este retiro espiritual de diez días que se inicia con Rosh HaShaná.
Existe en hebreo la expresión Ieridá LeTzorej Aliá.
En la vida existen momentos de crecimiento, momentos de meseta y momentos de depresión, en todos los órdenes de la vida.
Pero cuando una depresión es sucedida por un gran crecimiento, a éso se lo llama Ieridá LeTzorej Aliá (Descenso imprescindible para un posterior ascenso).
Se cae –es cierto- pero para subir aun más alto de lo que estábamos. La caída no es otra cosa que el impulso necesario para seguir creciendo.
Si me permiten, deseo patentar hoy una nueva expresión.
Los Iamim Noraim, no son otra cosa que una Aliá LeTzorej Ieridá (Ascenso imprescindible para un posterior descenso).
Subimos al Cielo por diez días, o –al menos- intentamos tocarlo con nuestras manos.
Pero en realidad subimos para poder después pisar mejor sobre la tierra.
Lo BaShamaim Hi, nos dice la Torá.
No está en los Cielos.
Aprendan a bajar…No se queden ahí.
La Torá nos cuenta al inicio de Parashat VaIetzé que los ángeles del sueño de Iaakov subían y bajaban por aquella ya mítica escalera.
Si son ángeles –preguntan los comentaristas - ¡debieran bajar y luego subir! No al revés.
¿Qué nos quiere enseñar la Torá a través de esta aparente contradicción?
Tal vez nos quiera enseñar que ese es el camino a seguir: Tocar el Cielo, pero para regresar a la tierra.
Aprendan de los ángeles, nos dice la Torá.
Lo BaShamaim Hi.
Cuenta una historia que el célebre Sherlock Holmes y el Dr.Watson se fueron de camping.
Después de una buena cena y una botella de vino se despidieron y se fueron a dormir.
Horas más tarde, Holmes se despertó y codeó a su amigo.
‘Watson, mira el cielo y dime qué ves’.
Watson meditó solo un instante y contestó: ‘Veo millones y millones de estrellas’.
‘¿Y eso que te dice?’, preguntó Holmes.
Watson reflexionó un par de minutos y respondió:
‘Astronómicamente, me dice que hay millones de galaxias y potencialmente billones de planetas...
Astrológicamente, veo que Saturno está en Leo...
Cronológicamente, deduzco que son aproximadamente las tres y diez...
Teológicamente, puedo ver que Dios es todopoderoso y que somos pequeños e insignificantes...
Meteorológicamente, intuyo que tendremos un hermoso dia mañana...
‘¿Y a usted que le dice Sherlock?’, preguntó Watson.
El detective encendió su primer pipa del dia y respondió con calma: ‘Muy bien no sé qué me dice…Pero hay algo que sí se: ¡Nos robaron la carpa!’.
Lo BaShamaim Hi.
No se queden en el cielo; sólo estamos allí de prestado.
Miremos para abajo, que es aquí donde nos reclaman…
Rabino Gustavo Surazski. Comunidad "Netzaj Israel", Ashkelon.
No está en los cielos
Existe una gran diferencia entre la sensación que nos embarga en los días de Pesaj, al inicio de la primavera y las sensaciones que experimentamos en estos días de fiesta que se avecinan, al asomar el otoño en hemisferio norte.
Cuando llega Pesaj, uno comienza a experimentar deseos de ponerse en contacto con la tierra.
La naturaleza nos invita. Las flores comienzan a cubrir la tierra, el verde de las montañas nos llama y la brisa de la primavera nos llama a ‘conquistar la tierra’ con nuestros pies.
Cuando –seis meses después- llegan los Iamim Noraim, ya no es la tierra la que queremos conquistar. En esta época del año, nos ocupamos –más bien- del otro extremo de la escalera de Iaakov; cuando llega jodesh Elul, es el cielo el que queremos tocar.
Son tiempos de mucha rujaniut (espiritualidad), en los que muchas cosas se mueven en nuestro interior al son de las melodías de los Iamim Noraim que lentamente comienzan a sonar...Y lentamente nos iremos vistiendo de ángeles, hasta llegar al día de Iom Kipur en el que alejados de todos nuestros placeres corporales, volamos como ángeles al servicio de Dios.
Y previo a los estos celestiales jaguim, leemos Parashat Nitazvim.
Siempre -todos los años- Parashat Nitzavim es la sección que se lee el Shabat anterior a Rosh HaShaná.
Y en ella aparece un pasuk con tono de advertencia:
Lo BaShamaim Hi (No está en los cielos).
‘No te quedes en el Cielo’, parece advertirnos la Torá previo a este retiro espiritual de diez días que se inicia con Rosh HaShaná.
Existe en hebreo la expresión Ieridá LeTzorej Aliá.
En la vida existen momentos de crecimiento, momentos de meseta y momentos de depresión, en todos los órdenes de la vida.
Pero cuando una depresión es sucedida por un gran crecimiento, a éso se lo llama Ieridá LeTzorej Aliá (Descenso imprescindible para un posterior ascenso).
Se cae –es cierto- pero para subir aun más alto de lo que estábamos. La caída no es otra cosa que el impulso necesario para seguir creciendo.
Si me permiten, deseo patentar hoy una nueva expresión.
Los Iamim Noraim, no son otra cosa que una Aliá LeTzorej Ieridá (Ascenso imprescindible para un posterior descenso).
Subimos al Cielo por diez días, o –al menos- intentamos tocarlo con nuestras manos.
Pero en realidad subimos para poder después pisar mejor sobre la tierra.
Lo BaShamaim Hi, nos dice la Torá.
No está en los Cielos.
Aprendan a bajar…No se queden ahí.
La Torá nos cuenta al inicio de Parashat VaIetzé que los ángeles del sueño de Iaakov subían y bajaban por aquella ya mítica escalera.
Si son ángeles –preguntan los comentaristas - ¡debieran bajar y luego subir! No al revés.
¿Qué nos quiere enseñar la Torá a través de esta aparente contradicción?
Tal vez nos quiera enseñar que ese es el camino a seguir: Tocar el Cielo, pero para regresar a la tierra.
Aprendan de los ángeles, nos dice la Torá.
Lo BaShamaim Hi.
Cuenta una historia que el célebre Sherlock Holmes y el Dr.Watson se fueron de camping.
Después de una buena cena y una botella de vino se despidieron y se fueron a dormir.
Horas más tarde, Holmes se despertó y codeó a su amigo.
‘Watson, mira el cielo y dime qué ves’.
Watson meditó solo un instante y contestó: ‘Veo millones y millones de estrellas’.
‘¿Y eso que te dice?’, preguntó Holmes.
Watson reflexionó un par de minutos y respondió:
‘Astronómicamente, me dice que hay millones de galaxias y potencialmente billones de planetas...
Astrológicamente, veo que Saturno está en Leo...
Cronológicamente, deduzco que son aproximadamente las tres y diez...
Teológicamente, puedo ver que Dios es todopoderoso y que somos pequeños e insignificantes...
Meteorológicamente, intuyo que tendremos un hermoso dia mañana...
‘¿Y a usted que le dice Sherlock?’, preguntó Watson.
El detective encendió su primer pipa del dia y respondió con calma: ‘Muy bien no sé qué me dice…Pero hay algo que sí se: ¡Nos robaron la carpa!’.
Lo BaShamaim Hi.
No se queden en el cielo; sólo estamos allí de prestado.
Miremos para abajo, que es aquí donde nos reclaman…
Rabino Gustavo Surazski. Comunidad "Netzaj Israel", Ashkelon.
jueves, 3 de septiembre de 2009
Parashat Ki Tavó 5769
B"H
Maldita Abundancia
Imaginen que pertenecen a la generación del desierto y desean abrir una pequeña empresa para satisfacer las necesidades de aquella multitud. Cuarenta años con un público cautivo y seiscientos mil clientes juntos no son cosa para despreciar. Pensemos algunas alternativas:
Venta de agua mineral. No sirve. Un pozo de agua acompañaba a Israel durante toda la travesía del desierto.
Venta de pan y alimentos varios. Tampoco sirve. El pan caía del cielo.
Una agencia de seguridad para la larga caminata. Innecesario. Una columna de nube y otra de fuego los guiaba y los cuidaba como nadie.
Venta y remiendo de calzado y ropa. Sin sentido. Ya lo dice la Parashá de esta semana: ‘No se estropeó vuestro vestido de sobre vosotros, y tu zapato no se estropeó de sobre tus pies’ (Devarim 29, 4).
¿Qué le faltaba a la generación del desierto? Nada. De manera que pocas iniciativas comerciales podrían haber tenido algún éxito…Todo esto en realidad tenía un objetivo. Formar a todo un pueblo en el espíritu de la Torá, para que puedan estudiar aquella Ley que habían recibido en el Monte Sinaí e ingresar a la Tierra Prometida como un pueblo santo.
Cuando uno piensa en lo ventajosa que fue la travesía del desierto, entiende porque aquella generación era tan quejosa y dura de entender. La abundancia excesiva es una auténtica maldición sobre todo cuando se deja a Di-s de lado.
En nuestra Parashá el pueblo de Israel se encuentra en las estepas de Moab preparado para la conquista. Y es aquí -frente al río Iarden- que se renueva el pacto que ya se hiciera en el desierto.
¿Por qué era necesario un segundo pacto? En el desierto, la conducción del pueblo era milagrosa y sobrenatural. Al ingreso a la Tierra Prometida, esto cambiaría. Allí se entraría con la ayuda de una conducción natural y terrenal: se iría a conquistar la Tierra por medio de la espada, y conseguirá el pan, como el resto de la humanidad, con el sudor de su frente.
Di-s sabe que aquella vieja generación estuvo rodeada de tantos milagros que jamás pudo apreciar ninguno. Ahora…las reglas del juego cambian, y el pacto se renueva con la esperanza de que aquella nueva generación pueda comprender más y mejor...
Rabino Gustavo Surazski. Comunidad "Netzaj Israel", Ashkelon.
Maldita Abundancia
Imaginen que pertenecen a la generación del desierto y desean abrir una pequeña empresa para satisfacer las necesidades de aquella multitud. Cuarenta años con un público cautivo y seiscientos mil clientes juntos no son cosa para despreciar. Pensemos algunas alternativas:
Venta de agua mineral. No sirve. Un pozo de agua acompañaba a Israel durante toda la travesía del desierto.
Venta de pan y alimentos varios. Tampoco sirve. El pan caía del cielo.
Una agencia de seguridad para la larga caminata. Innecesario. Una columna de nube y otra de fuego los guiaba y los cuidaba como nadie.
Venta y remiendo de calzado y ropa. Sin sentido. Ya lo dice la Parashá de esta semana: ‘No se estropeó vuestro vestido de sobre vosotros, y tu zapato no se estropeó de sobre tus pies’ (Devarim 29, 4).
¿Qué le faltaba a la generación del desierto? Nada. De manera que pocas iniciativas comerciales podrían haber tenido algún éxito…Todo esto en realidad tenía un objetivo. Formar a todo un pueblo en el espíritu de la Torá, para que puedan estudiar aquella Ley que habían recibido en el Monte Sinaí e ingresar a la Tierra Prometida como un pueblo santo.
Cuando uno piensa en lo ventajosa que fue la travesía del desierto, entiende porque aquella generación era tan quejosa y dura de entender. La abundancia excesiva es una auténtica maldición sobre todo cuando se deja a Di-s de lado.
En nuestra Parashá el pueblo de Israel se encuentra en las estepas de Moab preparado para la conquista. Y es aquí -frente al río Iarden- que se renueva el pacto que ya se hiciera en el desierto.
¿Por qué era necesario un segundo pacto? En el desierto, la conducción del pueblo era milagrosa y sobrenatural. Al ingreso a la Tierra Prometida, esto cambiaría. Allí se entraría con la ayuda de una conducción natural y terrenal: se iría a conquistar la Tierra por medio de la espada, y conseguirá el pan, como el resto de la humanidad, con el sudor de su frente.
Di-s sabe que aquella vieja generación estuvo rodeada de tantos milagros que jamás pudo apreciar ninguno. Ahora…las reglas del juego cambian, y el pacto se renueva con la esperanza de que aquella nueva generación pueda comprender más y mejor...
Rabino Gustavo Surazski. Comunidad "Netzaj Israel", Ashkelon.
jueves, 27 de agosto de 2009
jueves, 20 de agosto de 2009
Parashat Shoftim 5769
B"H
Justicia en la batalla
Parashat Shoftim, contiene entre sus lineas una significativa cantidad de leyes referidas a la organización del estado y de la justicia.
Los temas se van sucediendo con una rapidez asombrosa. Se comienza hablando del establecimiento de Tribunales de justicia, luego se hablará del respeto a los veredictos de los Batei Din y de allí se pasará a definir el cargo del rey y las limitaciones de su función.
Sin embargo, después de abundar en detalles acerca de estas leyes, la Torá cambiará de rumbo y pasará a hablar de la guerra."Cuando salgas a guerrear contra tus enemigos, y vieres caballos y carros, un pueblo más numeroso que tú, no les temas, pues el Eterno, tu Di-s, (está) contigo, el que te hizo salir de la tierra de Egipto" (Devarim 20, 1).
El político y periodista francés Georges Clemenceau dijo alguna vez que ‘la guerra es un asunto demasiado grave para confiárselo a los militares’. Tal vez por eso, la Torá considera imprescindible establecer los límites a un acto que –por definición- pareciera no tenerlos.
La Torá se encarga de decirnos que la guerra no es el juego del ‘vale todo’. Existen normas éticas a la hora de la batalla y ciertas barreras que no deben ser traspasadas. La victoria no debe cegar los ojos del hombre y autorizarlo a cometer abusos escudándose en la inmunidad que brinda su condición de vencedor -o bien- en el anonimato que otorga el combate.
La guerra -aunque parezca mentira- también tiene reglas y la Torá se encarga de mencionarlas.
RaSHI tiene un interesantísimo comentario acerca de esta sucesión temática entre justicia y guerra. ¿Por qué la guerra sucede a la justicia? ¿Qué tiene que ver un tema con el otro?
Dice RaSHI: El texto vincula la salida de la guerra a la justicia para decirte...si haces justicia, de seguro que vencerás al salir a la batalla.
Este comentario de RaSHI, no hace más que poner bajo la lupa uno de los temas más candentes de nuestra realidad israelí: los límites de la guerra. ¿Cómo hacer para empuñar armas en defensa propia y mantener la altura moral que emana de nuestra tradición?
¿Cómo hacer para defender nuestra integridad física sin perder integridad espiritual?
Y lo más complejo: ¿Cómo discriminar entre la crítica antisemita y judeofóbica que lastima a Israel de la crítica legítima que habla de abusos de poder entre nuestros soldados que denigran a otros seres humanos por el sólo hecho de vivir detrás de una línea verde?
Israel tiene desde hace más de medio siglo un desafío que le fue ajeno durante casi dos milenios: ¿cómo hacer la guerra sin dejar de ser quién es? ¿Cómo seguir siendo Iaakov y no transformarnos en Esav?
¿Cómo entender que la espada es un medio y no un fin?
¿Cómo defender una causa justa de manera justa?
Tal vez el inicio de Parashat Shoftim haga hincapié en este último punto.
Parashat Shoftim, contiene entre sus primeras líneas uno de los psukim más conocidos de toda la Torá: Tzedek, Tzedek Tirdof (Justicia, Justicia perseguirás).
¿Por qué este imperativo de buscar justicia contiene dos veces la palabra ‘Tzedek' (Justicia)’? ¿No bastaba con decir Tzedek Tirdof?
Dice Rabí Simja Bunem de Pshisja: "Incluso a la justicia, la debes perseguir por medio de la justicia".
Las causas justas se defienden transitando caminos justos y acertados. Los objetivos santos –como es defender nuestra tierra- se alcanzan utilizando métodos santos.RaSHI –en su comentario a la Torá- no está diciendo solamente que hacer justicia te garantiza una victoria. RaSHI –al menos así lo entiendo yo- también quiere decirnos que si ganas una guerra olvidándote de la justicia, en realidad perdiste.
Rabino Gustavo Surazski. Comunidad "Netzaj Israel", Ashkelon.
Justicia en la batalla
Parashat Shoftim, contiene entre sus lineas una significativa cantidad de leyes referidas a la organización del estado y de la justicia.
Los temas se van sucediendo con una rapidez asombrosa. Se comienza hablando del establecimiento de Tribunales de justicia, luego se hablará del respeto a los veredictos de los Batei Din y de allí se pasará a definir el cargo del rey y las limitaciones de su función.
Sin embargo, después de abundar en detalles acerca de estas leyes, la Torá cambiará de rumbo y pasará a hablar de la guerra."Cuando salgas a guerrear contra tus enemigos, y vieres caballos y carros, un pueblo más numeroso que tú, no les temas, pues el Eterno, tu Di-s, (está) contigo, el que te hizo salir de la tierra de Egipto" (Devarim 20, 1).
El político y periodista francés Georges Clemenceau dijo alguna vez que ‘la guerra es un asunto demasiado grave para confiárselo a los militares’. Tal vez por eso, la Torá considera imprescindible establecer los límites a un acto que –por definición- pareciera no tenerlos.
La Torá se encarga de decirnos que la guerra no es el juego del ‘vale todo’. Existen normas éticas a la hora de la batalla y ciertas barreras que no deben ser traspasadas. La victoria no debe cegar los ojos del hombre y autorizarlo a cometer abusos escudándose en la inmunidad que brinda su condición de vencedor -o bien- en el anonimato que otorga el combate.
La guerra -aunque parezca mentira- también tiene reglas y la Torá se encarga de mencionarlas.
RaSHI tiene un interesantísimo comentario acerca de esta sucesión temática entre justicia y guerra. ¿Por qué la guerra sucede a la justicia? ¿Qué tiene que ver un tema con el otro?
Dice RaSHI: El texto vincula la salida de la guerra a la justicia para decirte...si haces justicia, de seguro que vencerás al salir a la batalla.
Este comentario de RaSHI, no hace más que poner bajo la lupa uno de los temas más candentes de nuestra realidad israelí: los límites de la guerra. ¿Cómo hacer para empuñar armas en defensa propia y mantener la altura moral que emana de nuestra tradición?
¿Cómo hacer para defender nuestra integridad física sin perder integridad espiritual?
Y lo más complejo: ¿Cómo discriminar entre la crítica antisemita y judeofóbica que lastima a Israel de la crítica legítima que habla de abusos de poder entre nuestros soldados que denigran a otros seres humanos por el sólo hecho de vivir detrás de una línea verde?
Israel tiene desde hace más de medio siglo un desafío que le fue ajeno durante casi dos milenios: ¿cómo hacer la guerra sin dejar de ser quién es? ¿Cómo seguir siendo Iaakov y no transformarnos en Esav?
¿Cómo entender que la espada es un medio y no un fin?
¿Cómo defender una causa justa de manera justa?
Tal vez el inicio de Parashat Shoftim haga hincapié en este último punto.
Parashat Shoftim, contiene entre sus primeras líneas uno de los psukim más conocidos de toda la Torá: Tzedek, Tzedek Tirdof (Justicia, Justicia perseguirás).
¿Por qué este imperativo de buscar justicia contiene dos veces la palabra ‘Tzedek' (Justicia)’? ¿No bastaba con decir Tzedek Tirdof?
Dice Rabí Simja Bunem de Pshisja: "Incluso a la justicia, la debes perseguir por medio de la justicia".
Las causas justas se defienden transitando caminos justos y acertados. Los objetivos santos –como es defender nuestra tierra- se alcanzan utilizando métodos santos.RaSHI –en su comentario a la Torá- no está diciendo solamente que hacer justicia te garantiza una victoria. RaSHI –al menos así lo entiendo yo- también quiere decirnos que si ganas una guerra olvidándote de la justicia, en realidad perdiste.
Rabino Gustavo Surazski. Comunidad "Netzaj Israel", Ashkelon.
Etiquetas:
Parashat Hashavua
jueves, 13 de agosto de 2009
Aniversarios de Fallecimientos
El aniversario del fallecimiento de nuestros seres queridos se fija de acuerdo con el calendario judío. A partir de la fecha en el calendario gregoriano, podemos ayudarlo a determinar cuál será el día que le corresponde al Iortzait.
No dudes en comunicarte con nosotros por teléfono 8722921 o mail kehila5@bezeqint.net y recibirás la respuesta por e-mail.
No dudes en comunicarte con nosotros por teléfono 8722921 o mail kehila5@bezeqint.net y recibirás la respuesta por e-mail.
Parashat Reé 5769
B"H
Abriendo la mano
Si hubiere entre tí mendigo...abrir, abrirás tu mano a él (Devarim 15:7-8)
Cincuenta y cuatro mitzvot son mencionadas en Parashat Reé, entre ellas varios preceptos referidos a la Tzedaká. Respecto a esta mitzvá, se nos cuenta en el Tratado de Baba Batra (10a) una historia por demás curiosa.
Rav Papa, unos de los más reconocidos sabios de Babilonia, estaba subiendo la escalera y -súbitamente- ésta se rompió poniendo en peligro su vida. Le dijo Jía bar Rav Mi-Difti: ‘¿Acaso vino un pobre a tí, y no le diste sustento?’.
La conclusión de Jía bar Rav Mi-Difti resulta sorprendente: ¿Qué relación hay entre una escalera rota y la miztvá de Tzedaká?
Muchos siglos después de aquel singular hecho, Rabí Eliahu, el Gaón de Vilna respondió a este interrogante: ‘Los signos de cantilación’ de las palabras ‘abrir, abrirás’ son ‘Dargá-Tevir’ que significan 'escalera rota'
......
Nos hallamos en vísperas del mes de Elul, tiempo en el cual incrementaremos nuestras Tefilot, nuestra Teshuvá y nuestra Tzedaká.
A lo largo de las generaciones, las fuentes hebreas han vínculado al precepto de la Tzedaká con la prolongación de los días del hombre. Se nos dice, por ejemplo, que "la Teshuvá, la Tefilá y la Tzedaká atenúan la severidad del veredicto divino" y en el libro de Mishlei se va incluso más lejos cuando se nos enseña que "la Tzedaká salva de la muerte" (Mishlei 10, 2).
¿Qué significa todo ésto?Hemos conocido a muchos malvados a quienes la vida les ha sonreído y suben escaleras sin inconveniente alguno, mientras que otros hombres piadosos y justos han vivido vidas de infortunio.
¿Cómo debemos interpretar todos estos pasajes?Permítanme compartir con ustedes una historia real.
Natan Strauss, un conocido filántropo judeo-americano, visitaba Israel (por entonces Palestina) junto a su hermano mayor Isidor en el año 1912. La leyenda cuenta que el impacto emocional que recibió Natan Strauss fue mayúsculo: solo vio en Palestina pobreza, sufrimiento y enfermedad y decidió que era hora de ayudar.
Según cuentan sus biógrafos, Natan Strauss donó dos terceras partes de su fortuna para diferentes proyectos en Eretz Israel: hospitales y centros de asistencias a los necesitados fueron sólo algunas de sus obras.
Una calle en el centro de Jerusalem, lleva su nombre e incluso una bellísima ciudad en Israel que perpetúa su memoria: la ciudad de Natania.
La historia cuenta que que en aquella oportunida Natán Strauss había llegado a Israel de paso, en el marco de unas vacaciones a Europa que estaba emprendiendo con su hermano. Pero era hora de regresar; su hermano insistía con la fecha: el 10 de abril de 1912 tenían que estar en el puerto inglés de Southampton para tomar el barco de regreso a EEUU.
Natan Strauss –cuenta la historia- prefirió quedarse en Tierra Santa; el panorama en Palestina era demasiado lúgubre como para que él regresara. Ese 10 de abril de 1912, su hermano Isidor llegó hasta ese puerto inglés y junto con su mujer subió al barco que los esperaba para regresar a casa. Dicho barco quedaría incorporado a una de las páginas más lúgubres de la historia del siglo XX. Su nombre era el TITANIC.
Natan Strauss se quedó en Palestina...
Desconozco como funciona el ajedrez celestial. A menudo resulta tranquilizante y reconfortante el pensar que existe relación entre el precepto de Tzedaká, el estado de las escaleras en Babilonia y la ubicación de los icebergs en el océano.
Los caminos de Di-s -ya se nos ha enseñado- son ocultos a los ojos del hombre.
Lo que sí estoy convencido es que dichos actos de benevolencia, como los mencionados en la biografía de Natán Strauss, son los que le dan a nuestra vida un halo de inmortalidad.
Quiera Di-s que a partir de este mes de Elul que se inicia, podamos llevar a cabo una vida de entrega y de buenas obras.
Rabino Gustavo Surazski. Comunidad "Netzaj Israel", Ashkelon.
Abriendo la mano
Si hubiere entre tí mendigo...abrir, abrirás tu mano a él (Devarim 15:7-8)
Cincuenta y cuatro mitzvot son mencionadas en Parashat Reé, entre ellas varios preceptos referidos a la Tzedaká. Respecto a esta mitzvá, se nos cuenta en el Tratado de Baba Batra (10a) una historia por demás curiosa.
Rav Papa, unos de los más reconocidos sabios de Babilonia, estaba subiendo la escalera y -súbitamente- ésta se rompió poniendo en peligro su vida. Le dijo Jía bar Rav Mi-Difti: ‘¿Acaso vino un pobre a tí, y no le diste sustento?’.
La conclusión de Jía bar Rav Mi-Difti resulta sorprendente: ¿Qué relación hay entre una escalera rota y la miztvá de Tzedaká?
Muchos siglos después de aquel singular hecho, Rabí Eliahu, el Gaón de Vilna respondió a este interrogante: ‘Los signos de cantilación’ de las palabras ‘abrir, abrirás’ son ‘Dargá-Tevir’ que significan 'escalera rota'
......
Nos hallamos en vísperas del mes de Elul, tiempo en el cual incrementaremos nuestras Tefilot, nuestra Teshuvá y nuestra Tzedaká.
A lo largo de las generaciones, las fuentes hebreas han vínculado al precepto de la Tzedaká con la prolongación de los días del hombre. Se nos dice, por ejemplo, que "la Teshuvá, la Tefilá y la Tzedaká atenúan la severidad del veredicto divino" y en el libro de Mishlei se va incluso más lejos cuando se nos enseña que "la Tzedaká salva de la muerte" (Mishlei 10, 2).
¿Qué significa todo ésto?Hemos conocido a muchos malvados a quienes la vida les ha sonreído y suben escaleras sin inconveniente alguno, mientras que otros hombres piadosos y justos han vivido vidas de infortunio.
¿Cómo debemos interpretar todos estos pasajes?Permítanme compartir con ustedes una historia real.
Natan Strauss, un conocido filántropo judeo-americano, visitaba Israel (por entonces Palestina) junto a su hermano mayor Isidor en el año 1912. La leyenda cuenta que el impacto emocional que recibió Natan Strauss fue mayúsculo: solo vio en Palestina pobreza, sufrimiento y enfermedad y decidió que era hora de ayudar.
Según cuentan sus biógrafos, Natan Strauss donó dos terceras partes de su fortuna para diferentes proyectos en Eretz Israel: hospitales y centros de asistencias a los necesitados fueron sólo algunas de sus obras.
Una calle en el centro de Jerusalem, lleva su nombre e incluso una bellísima ciudad en Israel que perpetúa su memoria: la ciudad de Natania.
La historia cuenta que que en aquella oportunida Natán Strauss había llegado a Israel de paso, en el marco de unas vacaciones a Europa que estaba emprendiendo con su hermano. Pero era hora de regresar; su hermano insistía con la fecha: el 10 de abril de 1912 tenían que estar en el puerto inglés de Southampton para tomar el barco de regreso a EEUU.
Natan Strauss –cuenta la historia- prefirió quedarse en Tierra Santa; el panorama en Palestina era demasiado lúgubre como para que él regresara. Ese 10 de abril de 1912, su hermano Isidor llegó hasta ese puerto inglés y junto con su mujer subió al barco que los esperaba para regresar a casa. Dicho barco quedaría incorporado a una de las páginas más lúgubres de la historia del siglo XX. Su nombre era el TITANIC.
Natan Strauss se quedó en Palestina...
Desconozco como funciona el ajedrez celestial. A menudo resulta tranquilizante y reconfortante el pensar que existe relación entre el precepto de Tzedaká, el estado de las escaleras en Babilonia y la ubicación de los icebergs en el océano.
Los caminos de Di-s -ya se nos ha enseñado- son ocultos a los ojos del hombre.
Lo que sí estoy convencido es que dichos actos de benevolencia, como los mencionados en la biografía de Natán Strauss, son los que le dan a nuestra vida un halo de inmortalidad.
Quiera Di-s que a partir de este mes de Elul que se inicia, podamos llevar a cabo una vida de entrega y de buenas obras.
Rabino Gustavo Surazski. Comunidad "Netzaj Israel", Ashkelon.
miércoles, 5 de agosto de 2009
Parashat Ekev 5769
B"H
Extranjeros
Parashat Ekev menciona una de los preceptos más difundidos de la Torá. No estoy refiriéndome al kashrut, ni a las leyes de pureza familiar ni al cuidado del Shabat. La Torá, en nuestra Parashá, menciona una vez más el imperativo de amar al extranjero.
"Hace justicia al huérfano y a la viuda, y ama al extranjero dándole pan y vestido. Y amaréis al extranjero, pues extranjeros fuistéis en la tierra de Egipto" (Devarim 10, 18).
Este precepto es recordado no solamente aquí, sino que aparece formulado de diferentes formas treinta y seis veces a lo largo del texto bíblico.
Ya la Guemará se pregunta (Baba Metzía 59b): ¿Por qué razón la Torá nos advierte treinta y seis veces respecto a este precepto?
Nos responde Rabí Natán: "No menciones tu (propio) defecto a tu compañero". Rabí Natán nos enseña que si un judío se burla, humilla y maltrata a un extranjero, de hecho está tranformándose en el principal destinatario de su propio maltrato. El "defecto" del cual se burla, es su propio "defecto". También el judío ha sabido ser extranjero en tierra ajena.
Cuando un hombre llega a la conlusión de que su propio antepasado sufrió humillaciones, el grado de empatía hacia los desprotegidos se potencia. Si uno comprende que su propio padre lidió con la sociedad para encontrar refugio y abrigo, entonces el modo de ver al mundo cambia drásticamente.
Hace unos años cuando visité por primera vez Israel me llené de asombro al ver que versículos biblícos como "Mi-Pnei Seiva Takum Ve-Hadarta Pnei Zaken" ("Delante de las canas te pararás y honrarás el rostro del anciano") (VaIkrá 19, 32) estaban integrados a la señalizacion del transporte público de pasajeros. La idea de incorporar un versículo escrito hace miles de años en un vehículo del siglo veinte me agradó sobremanera.
Tal vez hoy, cuando muchos aun se niegan a dar respuesta al sufrimiento de los refugiados de Darfour y cuando los trabajadores extranjeros (y muchas veces también los olim jasdashim) reciben un trato humillante e indignante por ciertos sectores de nuestra sociedad, cabría integrar a la señalización urbana versículos al estilo de "Ve-Ahavtem Et Ha-Guer" ("Y amaréis al extranjero"), para no olvidar que también nosotros fuimos extranjeros en la tierra de Egipto.
Rabino Gustavo Surazski. Comunidad "Netzaj Israel", Ashkelon.
Extranjeros
Parashat Ekev menciona una de los preceptos más difundidos de la Torá. No estoy refiriéndome al kashrut, ni a las leyes de pureza familiar ni al cuidado del Shabat. La Torá, en nuestra Parashá, menciona una vez más el imperativo de amar al extranjero.
"Hace justicia al huérfano y a la viuda, y ama al extranjero dándole pan y vestido. Y amaréis al extranjero, pues extranjeros fuistéis en la tierra de Egipto" (Devarim 10, 18).
Este precepto es recordado no solamente aquí, sino que aparece formulado de diferentes formas treinta y seis veces a lo largo del texto bíblico.
Ya la Guemará se pregunta (Baba Metzía 59b): ¿Por qué razón la Torá nos advierte treinta y seis veces respecto a este precepto?
Nos responde Rabí Natán: "No menciones tu (propio) defecto a tu compañero". Rabí Natán nos enseña que si un judío se burla, humilla y maltrata a un extranjero, de hecho está tranformándose en el principal destinatario de su propio maltrato. El "defecto" del cual se burla, es su propio "defecto". También el judío ha sabido ser extranjero en tierra ajena.
Cuando un hombre llega a la conlusión de que su propio antepasado sufrió humillaciones, el grado de empatía hacia los desprotegidos se potencia. Si uno comprende que su propio padre lidió con la sociedad para encontrar refugio y abrigo, entonces el modo de ver al mundo cambia drásticamente.
Hace unos años cuando visité por primera vez Israel me llené de asombro al ver que versículos biblícos como "Mi-Pnei Seiva Takum Ve-Hadarta Pnei Zaken" ("Delante de las canas te pararás y honrarás el rostro del anciano") (VaIkrá 19, 32) estaban integrados a la señalizacion del transporte público de pasajeros. La idea de incorporar un versículo escrito hace miles de años en un vehículo del siglo veinte me agradó sobremanera.
Tal vez hoy, cuando muchos aun se niegan a dar respuesta al sufrimiento de los refugiados de Darfour y cuando los trabajadores extranjeros (y muchas veces también los olim jasdashim) reciben un trato humillante e indignante por ciertos sectores de nuestra sociedad, cabría integrar a la señalización urbana versículos al estilo de "Ve-Ahavtem Et Ha-Guer" ("Y amaréis al extranjero"), para no olvidar que también nosotros fuimos extranjeros en la tierra de Egipto.
Rabino Gustavo Surazski. Comunidad "Netzaj Israel", Ashkelon.
Etiquetas:
Parashat Hashavua
Slijot en Safed
Queridos amigos,
Estamos organizando un recorrido nocturno por Safed el jueves 3 de Septiembre. El costo del viaje: 95 ₪ -.
Salida 23:00 hs.
Reservar lugares, llamado al 8722921.
Reservar lugares, llamado al 8722921.
El recorrido incluira un recorrido por la ciudad de Safed, la visita a la tumba de los Zadikim en el Monte Meron y en Safed y pronunciaremos las plegarias de Slijot en un Beit Knesset del lugar.
Para mas informacion contactarse con Judith en la oficina de la Kehila.
Lugares limitados!!
Taller Shofar
Queridos amigos,
Ante la proximidad de los Iamim Noraim y como forma de comenzar a prepararnos para estos dias tan especiales, queremos abrir un taller para profundizar el conocimiento sobre el Shofar con clases practicas para aprender a tocar el Shofar.
Pedimos que todos los que deseen participar se pongan en contacto con la comunidad al teléfono de la oficina 8722921 o enviar E-mail: kehila5@bezeqint.net.
Ante la proximidad de los Iamim Noraim y como forma de comenzar a prepararnos para estos dias tan especiales, queremos abrir un taller para profundizar el conocimiento sobre el Shofar con clases practicas para aprender a tocar el Shofar.
Pedimos que todos los que deseen participar se pongan en contacto con la comunidad al teléfono de la oficina 8722921 o enviar E-mail: kehila5@bezeqint.net.
miércoles, 29 de julio de 2009
Olim Jadashim
Queridos amigos, nos alegramos en comunicarles que las tres nuevas familias ya se mudaron a su nuevo hogar en Kiriat Bialik.
Ellas necesitan:
-Heladera
-Camas
-Colchones
-Horno
-Lavarropa
Si alguien tiene una de esas cosas y no lo necesitan más, por favor contactarse con la oficina de la Kehila: 8722921.
Gracias.
Ellas necesitan:
-Heladera
-Camas
-Colchones
-Horno
-Lavarropa
Si alguien tiene una de esas cosas y no lo necesitan más, por favor contactarse con la oficina de la Kehila: 8722921.
Gracias.
Leyes del 9 de Av
El ayuno de Tishá BeAv comienza, al igual que el ayuno de Yom Kipur, desde la puesta del sol de la víspera, y no desde el amanecer como los demás ayunos.
Para indicar el comienzo del ayuno, nos obligaron nuestros Sabios a realizar la ´´Seudat Mafséket´´ (comida de separación o interrupción) antes de la puesta del sol. Esta comida debe ser una comida pobre y de luto, por lo que prohibieron comer carne o beber vino durante ella, permitiendo sólo un plato principal y frutos.
Hay quienes acostumbran a comer lentejas o huevos hervidos, sentados en el suelo en señal de luto, y sin participar tres o más varones juntos para que de esta manera no estén obligados a recitar el ´´Zimún´´ (invitación protocolar para la bendición de la comida).
Seudat Mafséket se considera solamente la última comida después del mediodía. Si coincide la víspera del 9 de Av en Shabbat, no se cumplen con estas medidas sino que se puede comer aún en la Seudat Shelishit (tercera comida del Shabat), lo que se desee.
Estas son las prohibiciones que fijaron nuestros Sabios para Tishá BeAv en señal de luto y arrepentimiento:
La comida, la bebida, el lavado, el ungüento, el calzado de cuero, la vida matrimonial, y el estudio de la Torá (a excepción de la Meguilat Ejá, el Libro de Yob, y las Profecías de desgracias recordadas en la Torá, con sus explicaciones respectivas.
A diferencia de los demás ayunos, las mujeres embarazadas o las que amamantan deben ayunar. Sin embargo, dentro del primer mes después del parto o cualquier enfermo al que pueda afectarle el ayuno, no deberán ayunar, pues los Sabios no obligaron al ayuno en caso de peligro físico.
La prohibición del lavado, tanto con agua caliente como fría, rige solamente cuando se realiza por placer, pero por necesidad (como el que sale del baño), o por suciedad, o al despertarse, está permitido. En el caso de los lavados de manos obligatorios, solamente se debe arrojar agua hasta los nudillos de los dedos.
Un ungüento prescripto por el médico está permitido, a diferencia de las cremas de manos, cosméticos, etc.
Nuestros Sabios sólo prohibieron el uso del calzado de cuero, pero los zapatos totalmente de tela, goma o plástico están permitidos. En caso de necesidad o en lugares de peligro por escorpiones o serpientes, está permitido el uso de botas, aún si éstas están confeccionadas con cuero.
No se saluda al amigo, en señal de luto, y tampoco se debe pasear para no olvidar el significado del día. Debemos, en otras palabras, disminuir los placeres en esta jornada.
Aunque la prohibición del trabajo, o de realizar negocios, depende de la costumbre del lugar, todo el que trabaje en Tishá BeAv no verá bendición de su trabajo.
Se acostumbra a no usar Tefilín ni el Talit Gadol hasta después del mediodía, para colocárselos durante la tefilá de Minjá, y hay quienes acostumbran a dormir en el suelo en señal de luto.
Si Tishá BeAv coincide con el domingo, no se deben cambiar los zapatos hasta después del ´Barejú´´ que dicen en la sinagoga en la salida del Sábado (por eso se debe procurar llevar los zapatos de tela en la víspera, pues no se debe demostrar luto en Shabat).
En el momento de la Havdalá, cuando se vea una vela encendida, se bendice ´´Boré Meoré Ha Esh´´, pero no se recita Birkat Havdalá, ni la bendición por los aromas (´´Besamim´´), sino que el domingo en la noche, después del ayuno, se la Havdalá, incluyendo solamente ´´Boré Perí HaGuefen´´ y ´´HaMavdil´´.
Fuente: Mesilot HaTorá
Para indicar el comienzo del ayuno, nos obligaron nuestros Sabios a realizar la ´´Seudat Mafséket´´ (comida de separación o interrupción) antes de la puesta del sol. Esta comida debe ser una comida pobre y de luto, por lo que prohibieron comer carne o beber vino durante ella, permitiendo sólo un plato principal y frutos.
Hay quienes acostumbran a comer lentejas o huevos hervidos, sentados en el suelo en señal de luto, y sin participar tres o más varones juntos para que de esta manera no estén obligados a recitar el ´´Zimún´´ (invitación protocolar para la bendición de la comida).
Seudat Mafséket se considera solamente la última comida después del mediodía. Si coincide la víspera del 9 de Av en Shabbat, no se cumplen con estas medidas sino que se puede comer aún en la Seudat Shelishit (tercera comida del Shabat), lo que se desee.
Estas son las prohibiciones que fijaron nuestros Sabios para Tishá BeAv en señal de luto y arrepentimiento:
La comida, la bebida, el lavado, el ungüento, el calzado de cuero, la vida matrimonial, y el estudio de la Torá (a excepción de la Meguilat Ejá, el Libro de Yob, y las Profecías de desgracias recordadas en la Torá, con sus explicaciones respectivas.
A diferencia de los demás ayunos, las mujeres embarazadas o las que amamantan deben ayunar. Sin embargo, dentro del primer mes después del parto o cualquier enfermo al que pueda afectarle el ayuno, no deberán ayunar, pues los Sabios no obligaron al ayuno en caso de peligro físico.
La prohibición del lavado, tanto con agua caliente como fría, rige solamente cuando se realiza por placer, pero por necesidad (como el que sale del baño), o por suciedad, o al despertarse, está permitido. En el caso de los lavados de manos obligatorios, solamente se debe arrojar agua hasta los nudillos de los dedos.
Un ungüento prescripto por el médico está permitido, a diferencia de las cremas de manos, cosméticos, etc.
Nuestros Sabios sólo prohibieron el uso del calzado de cuero, pero los zapatos totalmente de tela, goma o plástico están permitidos. En caso de necesidad o en lugares de peligro por escorpiones o serpientes, está permitido el uso de botas, aún si éstas están confeccionadas con cuero.
No se saluda al amigo, en señal de luto, y tampoco se debe pasear para no olvidar el significado del día. Debemos, en otras palabras, disminuir los placeres en esta jornada.
Aunque la prohibición del trabajo, o de realizar negocios, depende de la costumbre del lugar, todo el que trabaje en Tishá BeAv no verá bendición de su trabajo.
Se acostumbra a no usar Tefilín ni el Talit Gadol hasta después del mediodía, para colocárselos durante la tefilá de Minjá, y hay quienes acostumbran a dormir en el suelo en señal de luto.
Si Tishá BeAv coincide con el domingo, no se deben cambiar los zapatos hasta después del ´Barejú´´ que dicen en la sinagoga en la salida del Sábado (por eso se debe procurar llevar los zapatos de tela en la víspera, pues no se debe demostrar luto en Shabat).
En el momento de la Havdalá, cuando se vea una vela encendida, se bendice ´´Boré Meoré Ha Esh´´, pero no se recita Birkat Havdalá, ni la bendición por los aromas (´´Besamim´´), sino que el domingo en la noche, después del ayuno, se la Havdalá, incluyendo solamente ´´Boré Perí HaGuefen´´ y ´´HaMavdil´´.
Fuente: Mesilot HaTorá
Parashat VaEtjanán 5769
B"H
Equilibrio auditivo.
La Parashá de esta semana contiene uno de los pilares fundamentales de la fe judía: el Shemá Israel (Oye Israel). Es por ello que hoy deseo referirme a la centralidad del sentido de la audición en la religión judía.
Los judíos tenemos nuestra vida colmada de recordatorios visuales y auditivos. Estre los visuales, podemos citar –entre otros- a los tefilin, a la mezuzá, a los tzitzit, a las velas de Januká. Entre los auditivos, tal vez como ejemplo destacado, podemos mencionar al shofar. Estos recordatorios cumplen la misma función que cumple una brújula en alta mar. Son aquellos que nos marcan el camino y nos recuerdan quiénes somos y hacia dónde vamos.
Sin embargo los judíos siempre confiamos más en nuestro oído que en nuestros ojos. Se escucha para transmitir, y cuando el oído falla, el pueblo judío camina por la cornisa.
Un ejemplo muy gráfico aparece en el libro de BeMidvar. Allí se nos cuenta acerca de las señales de las que disponían los hijos de Israel durante su marcha por el desierto. Una nube les marcaba el sitio en el cual debían acampar y dos trompetas de plata labradas ayudaban a convocar a la comunidad a la hora de partir. (ver BeMidvar 9:22-10:2)
El Rabino W. Gunther Plaut comenta este pasaje bíblico: La nube era un recordatorio visual mientras que las trompetas eran un recordatorio auditivo de la presencia de Di-s. De algún modo, el instinto judío nunca confió en el testimonio de sus ojos. Moshé ejecutó señales, y éstas pudieron ser copiadas; sus palabras no. En el Sinaí, el énfasis no estaba tanto en lo que el pueblo veía como en lo que el pueblo escuchaba. La verdadera llave para entrar al mundo del judaísmo no es Ree (Mira) sino Shemá (Oye). La nube se fue, pero el sonido del Shofar queda.
En cierto modo, parece decir el Rabino, si el pueblo judío pierde la capacidad de escuchar se queda sordo… ¡pero también se queda ciego! Allí se pierde la brújula.
No por casualidad, el centro del equilibrio humano está cerca de los oídos. Y el idioma hebreo, con su habitual sabiduría, también nos enseña al respecto: La palabra ‘Equilibrio’ se dice en hebreo ‘Izun’, palabra que contiene la misma raíz lingüística que la palabra ‘Ozen’ (Oreja).
El equilibrio y el futuro del pueblo de Israel residen en mantener la milenaria capacidad de ejercitar el Shemá, para escuchar, transmitir y enseñar a aquel eslabón que viene detrás nuestro.
Rabino Gustavo Surazski. Comunidad "Netzaj Israel", Ashkelon.
Equilibrio auditivo.
La Parashá de esta semana contiene uno de los pilares fundamentales de la fe judía: el Shemá Israel (Oye Israel). Es por ello que hoy deseo referirme a la centralidad del sentido de la audición en la religión judía.
Los judíos tenemos nuestra vida colmada de recordatorios visuales y auditivos. Estre los visuales, podemos citar –entre otros- a los tefilin, a la mezuzá, a los tzitzit, a las velas de Januká. Entre los auditivos, tal vez como ejemplo destacado, podemos mencionar al shofar. Estos recordatorios cumplen la misma función que cumple una brújula en alta mar. Son aquellos que nos marcan el camino y nos recuerdan quiénes somos y hacia dónde vamos.
Sin embargo los judíos siempre confiamos más en nuestro oído que en nuestros ojos. Se escucha para transmitir, y cuando el oído falla, el pueblo judío camina por la cornisa.
Un ejemplo muy gráfico aparece en el libro de BeMidvar. Allí se nos cuenta acerca de las señales de las que disponían los hijos de Israel durante su marcha por el desierto. Una nube les marcaba el sitio en el cual debían acampar y dos trompetas de plata labradas ayudaban a convocar a la comunidad a la hora de partir. (ver BeMidvar 9:22-10:2)
El Rabino W. Gunther Plaut comenta este pasaje bíblico: La nube era un recordatorio visual mientras que las trompetas eran un recordatorio auditivo de la presencia de Di-s. De algún modo, el instinto judío nunca confió en el testimonio de sus ojos. Moshé ejecutó señales, y éstas pudieron ser copiadas; sus palabras no. En el Sinaí, el énfasis no estaba tanto en lo que el pueblo veía como en lo que el pueblo escuchaba. La verdadera llave para entrar al mundo del judaísmo no es Ree (Mira) sino Shemá (Oye). La nube se fue, pero el sonido del Shofar queda.
En cierto modo, parece decir el Rabino, si el pueblo judío pierde la capacidad de escuchar se queda sordo… ¡pero también se queda ciego! Allí se pierde la brújula.
No por casualidad, el centro del equilibrio humano está cerca de los oídos. Y el idioma hebreo, con su habitual sabiduría, también nos enseña al respecto: La palabra ‘Equilibrio’ se dice en hebreo ‘Izun’, palabra que contiene la misma raíz lingüística que la palabra ‘Ozen’ (Oreja).
El equilibrio y el futuro del pueblo de Israel residen en mantener la milenaria capacidad de ejercitar el Shemá, para escuchar, transmitir y enseñar a aquel eslabón que viene detrás nuestro.
Rabino Gustavo Surazski. Comunidad "Netzaj Israel", Ashkelon.
Etiquetas:
Parashat Hashavua
jueves, 23 de julio de 2009
La Memoria
“En los largos años que ocupó el exilio en la historia, Tishá Beav se transformó en una fecha en la que los iehudim conmemoraron, no sólo la destrucción de los dos templos en el lejano pasado, sino que agregaron a ese significado, la realidad de un presente de continuos períodos de vida como pueblo exiliado de su tierra, disperso entre otros pueblos, esclavo de ellos, y falto de elementos de independencia y libertad”
Yeshaiahu Leibowitz, Conversaciones sobre las festividades y conmemoraciones de Israel, 1999.
El término Metzarim (límites) refuerza la idea de un espacio de tiempo en el cual encontramos la oportunidad para detenernos, para permitirnos estar tristes, para recordar los sucesos trágicos por los que pasó nuestro pueblo, pero también para explorar lo que hay de vigente en aquellos relatos milenarios...
A continuación presentamos una selección de fragmentos de varios autores que aportan pensamientos acerca de los “usos” de la memoria colectiva, la relación entre pasado, presente y futuro:
MEMORIA Y PRESENTE
“Sólo por la energía para utilizar lo pasado para la vida, para hacer de lo ya ocurrido de nuevo historia llega el hombre a ser hombre”
Friedrich Nietzche, Sobre utilidad y perjuicio de la historia para la vida, 1998.
“La memoria, donde crece la historia, que a su vez la alimenta, intenta preservar el pasado sólo para que le sea útil al presente y a los tiempos venideros. Procuremos trabajar de forma que la memoria colectiva sirva para la liberación de los hombres y no para su sometimiento.”
Jacques Le Goff, Histoire e mémoria, 1990
“Cada grupo, cada pueblo tiene su alakhah, pues la alakhah no es la ley, nomos. La palabra hebrea que significa ‘marchar’, alakakhah es por lo tanto el camino por el que se marcha, ese conjunto de ritos y creencias que da a un pueblo el sentido de su identidad y de su destino. Del pasado sólo se transmiten los episodios que se juzgan ejemplares o edificantes para la alakhah de un pueblo tal como se la vive en el presente.”
Yosef Hayim Yerushalmi, Reflexiones sobre el olvido, 1989.
OLVIDO
“Destruir las huellas, las inscripciones culturales de un grupo humano, sus cimientos terrestres, es parte integrante de lo que anima todo proyecto genocida, que consiste en destruir no sólo a los vivos sino, con ellos, su pasado, para que, faltos de apoyo terrestre, no puedan encontrar lugar, ni en la palabra ni en la memoria colectiva”
Héléne Piralian, Genocidio y transmisión, 1994.
“El olvido colectivo es una noción tan problemática como la memoria colectiva. Los pueblos y grupos sólo pueden olvidar el presente, no el pasado. Los individuos que componen el grupo pueden olvidar acontecimientos que se produjeron durante su propia existencia, no podrían olvidar un pasado que ha sido anterior a ellos, en el sentido en que el individuo olvida los primeros estadios de su propia vida. Por eso, cuando decimos que un pueblo recuerda, en realidad decimos primero que un pasado fue activamente transmitido a las generaciones contemporáneas a través de los canales y receptáculos de la memoria y que después ese pasado transmitido se recibió cargado de un sentido propio”
“Lo que llamamos olvido en el sentido colectivo aparece cuando en ciertos grupos humanos no logran, voluntaria o pasivamente, por rechazo, indiferencia o indolencia, o bien por causa de alguna catástrofe histórica que interrumpió el curso de los días y las cosas - transmitir a la posteridad lo que aprendieron del pasado.”
“Podemos definir a la memoria colectiva como un movimiento dual de recepción y transmisión, que continúa alternativamente hacia el futuro.”
Yosef Hayim Yerushalmi, Reflexiones sobre el olvido, 1989.
MEMORIA Y TRANSMISIÓN
“Los lugares de la memoria son huellas. Los lugares de la memoria nacen y viven del sentimiento de que no hay memoria espontánea, que hay que crear archivos, que hay que mantener los aniversarios, organizar las celebraciones, pronunciar elogios fúnebres, levantar actas, porque estas operaciones no son naturales. Sin vigilancia conmemorativa la historia los barrería rápidamente.”
Pierre Nora, Les Lieux de Memorié, 1984.
“Para poder transmitir sentidos del pasado hay al menos dos requisitos: el primero que existan las bases para un proceso de identificación, para una ampliación intergeneracional del ‘nosotros’. El segundo, dejar abierta la posibilidad de que quienes ‘reciben’ le den su propio sentido, reinterpreten, resignifiquen, y no que repitan o memoricen. Porque la ‘misma’ historia, la ‘misma’ verdad, cobra sentidos diversos en contextos diferentes. Y la sucesión de cohorte o generaciones, implica irremediablemente, la creación de nuevos contextos.”
Elizabeth Jelin, Los trabajos de la memoria, 2002.
“La memoria, memoria social, sólo tiene validez si hay sujetos que actúan de acuerdo a lo que esa memoria elabora, muestra. Es decir, de acuerdo a cómo han sido separados del olvido algunos elementos que se rescatan para que queden en la memoria colectiva y sirvan para la acción de cada uno.”
Héctor Schmucler, Una ética de la memoria, 2000.
Colaboracion Graciela Feider
Yeshaiahu Leibowitz, Conversaciones sobre las festividades y conmemoraciones de Israel, 1999.
El término Metzarim (límites) refuerza la idea de un espacio de tiempo en el cual encontramos la oportunidad para detenernos, para permitirnos estar tristes, para recordar los sucesos trágicos por los que pasó nuestro pueblo, pero también para explorar lo que hay de vigente en aquellos relatos milenarios...
A continuación presentamos una selección de fragmentos de varios autores que aportan pensamientos acerca de los “usos” de la memoria colectiva, la relación entre pasado, presente y futuro:
MEMORIA Y PRESENTE
“Sólo por la energía para utilizar lo pasado para la vida, para hacer de lo ya ocurrido de nuevo historia llega el hombre a ser hombre”
Friedrich Nietzche, Sobre utilidad y perjuicio de la historia para la vida, 1998.
“La memoria, donde crece la historia, que a su vez la alimenta, intenta preservar el pasado sólo para que le sea útil al presente y a los tiempos venideros. Procuremos trabajar de forma que la memoria colectiva sirva para la liberación de los hombres y no para su sometimiento.”
Jacques Le Goff, Histoire e mémoria, 1990
“Cada grupo, cada pueblo tiene su alakhah, pues la alakhah no es la ley, nomos. La palabra hebrea que significa ‘marchar’, alakakhah es por lo tanto el camino por el que se marcha, ese conjunto de ritos y creencias que da a un pueblo el sentido de su identidad y de su destino. Del pasado sólo se transmiten los episodios que se juzgan ejemplares o edificantes para la alakhah de un pueblo tal como se la vive en el presente.”
Yosef Hayim Yerushalmi, Reflexiones sobre el olvido, 1989.
OLVIDO
“Destruir las huellas, las inscripciones culturales de un grupo humano, sus cimientos terrestres, es parte integrante de lo que anima todo proyecto genocida, que consiste en destruir no sólo a los vivos sino, con ellos, su pasado, para que, faltos de apoyo terrestre, no puedan encontrar lugar, ni en la palabra ni en la memoria colectiva”
Héléne Piralian, Genocidio y transmisión, 1994.
“El olvido colectivo es una noción tan problemática como la memoria colectiva. Los pueblos y grupos sólo pueden olvidar el presente, no el pasado. Los individuos que componen el grupo pueden olvidar acontecimientos que se produjeron durante su propia existencia, no podrían olvidar un pasado que ha sido anterior a ellos, en el sentido en que el individuo olvida los primeros estadios de su propia vida. Por eso, cuando decimos que un pueblo recuerda, en realidad decimos primero que un pasado fue activamente transmitido a las generaciones contemporáneas a través de los canales y receptáculos de la memoria y que después ese pasado transmitido se recibió cargado de un sentido propio”
“Lo que llamamos olvido en el sentido colectivo aparece cuando en ciertos grupos humanos no logran, voluntaria o pasivamente, por rechazo, indiferencia o indolencia, o bien por causa de alguna catástrofe histórica que interrumpió el curso de los días y las cosas - transmitir a la posteridad lo que aprendieron del pasado.”
“Podemos definir a la memoria colectiva como un movimiento dual de recepción y transmisión, que continúa alternativamente hacia el futuro.”
Yosef Hayim Yerushalmi, Reflexiones sobre el olvido, 1989.
MEMORIA Y TRANSMISIÓN
“Los lugares de la memoria son huellas. Los lugares de la memoria nacen y viven del sentimiento de que no hay memoria espontánea, que hay que crear archivos, que hay que mantener los aniversarios, organizar las celebraciones, pronunciar elogios fúnebres, levantar actas, porque estas operaciones no son naturales. Sin vigilancia conmemorativa la historia los barrería rápidamente.”
Pierre Nora, Les Lieux de Memorié, 1984.
“Para poder transmitir sentidos del pasado hay al menos dos requisitos: el primero que existan las bases para un proceso de identificación, para una ampliación intergeneracional del ‘nosotros’. El segundo, dejar abierta la posibilidad de que quienes ‘reciben’ le den su propio sentido, reinterpreten, resignifiquen, y no que repitan o memoricen. Porque la ‘misma’ historia, la ‘misma’ verdad, cobra sentidos diversos en contextos diferentes. Y la sucesión de cohorte o generaciones, implica irremediablemente, la creación de nuevos contextos.”
Elizabeth Jelin, Los trabajos de la memoria, 2002.
“La memoria, memoria social, sólo tiene validez si hay sujetos que actúan de acuerdo a lo que esa memoria elabora, muestra. Es decir, de acuerdo a cómo han sido separados del olvido algunos elementos que se rescatan para que queden en la memoria colectiva y sirvan para la acción de cada uno.”
Héctor Schmucler, Una ética de la memoria, 2000.
Colaboracion Graciela Feider
Ayudar a los demás
Queridos Javerim,
Como ustedes saben, la semana pasada llegaron a las Krayot 3 familias olot jadashot, de Mexico y de Argentina.
Las mismas se encuentran aun en el mercaz klita y en los proximos dias se mudaran a sus nuevos hogares en Kiriat Bialik.
Estamos buscando gente que quiera voluntarizarse para alfabetizar en ivrit a los chicos durante el mes de agosto hasta que comiencen las clases.
Los niños tienen 7, 11, 12 y 14 años.
Quienes crean que puedan dar una mano y ayudar a estos chicos por favor comunicarse a la oficina de la Kehila, 8722921.
Muchas Gracias
Como ustedes saben, la semana pasada llegaron a las Krayot 3 familias olot jadashot, de Mexico y de Argentina.
Las mismas se encuentran aun en el mercaz klita y en los proximos dias se mudaran a sus nuevos hogares en Kiriat Bialik.
Estamos buscando gente que quiera voluntarizarse para alfabetizar en ivrit a los chicos durante el mes de agosto hasta que comiencen las clases.
Los niños tienen 7, 11, 12 y 14 años.
Quienes crean que puedan dar una mano y ayudar a estos chicos por favor comunicarse a la oficina de la Kehila, 8722921.
Muchas Gracias
Parashat Devarim 5769
B"H
Volver a empezar
Esta semana estamos comenzando con la lectura del quinto libro de la Torá leyendo Parashat Devarim.
La Parashá comienza hablando de aquellos doce hombres –los meraglim- que habían ido a espiar la Tierra Prometida. Al regresar -se nos cuenta- aquellos emisarios difamaron a la tierra y atemorizaron al pueblo sumiéndolo en la desesperanza y en el llanto.
Aquella noche, según el Talmud, era Tisha BeAv. Di-s, viendo al pueblo llorar vanamente, enfureció: condenó a los hijos de Israel a vagar durante cuarenta años en el desierto, y repudió a aquella generación decretando que no iría a ingresar a la Tierra que había prometido a Abraham, Itzjak e Iaakov.
Algunos cientos de años después, en ese mismo día, el Primer Templo de Ierushalaim era destruído, y la ciudad de Jerusalén quedó arrasada, producto -entre otras cosas- de la degeneración social del propio pueblo de Israel.
‘¡Cómo ha quedado solitaria la ciudad que estaba llena de gente!’ (Eijá 1, 1), se lamentaba por entonces el profeta Irmiahu ante tamaña destrucción.
Al abrir el rollo de Eijá, algo nos llama poderosamente la atención. Los versículos del libro van siguiendo el orden del alef bet (el abecedario hebreo), siendo éste el único libro del TaNaJ que respeta este modelo.
¿¡Cómo es posible que ante semejante catástrofe el profeta decida lamentarse prolijamente siguiendo el orden del alfabeto?
!El contraste entre la magnitud del drama, y la armonía y prolijidad del canto, transforma al cuadro en grotesco.
¿Cómo es posible que el profeta haya tenido la cabeza fresca para lamentarse en rima y según el orden del abecedario?
Tal vez lo que el profeta nos enseña, es que en situaciones de semejante crisis, no queda otra alternativa que empezar nuevamente desde cero, o sea desde el elemental alef bet (no será casual tampoco, el hecho que conmemoremos la destrucción de los Templos de Jerusalén en el mes de Av, mes compuesto por las primeras dos letras del alfabeto hebreo (la alef y la bet).
Hay un ejemplo bien cotidiano que puede describir a la perfección esta idea.
Pensemos en la batería recargable de un teléfono móvil. Para recargar la batería, siempre es preferible que está esté vacía del todo. Si se la recarga reiteradamente, cuando ésta tiene la carga hasta la mitad, la batería se termina estropeando.
Pienso hasta que punto esto es similar al mensaje del profeta Irmiahu en el libro de Eijá.
De la misma manera para optimizar el uso de la batería de un teléfono móvil es preferible que ésta quede en cero y no por la mitad, el profeta nos enseña que muchas veces es más sencillo construir de la nada, a partir de lo elemental del alef bet, que reconstruir algo que está mitad sano y mitad roto, mitad lleno y mitad vacío.
Pensemos en nuestras propias crisis personales.
¿Cuántas son las veces que cometemos un error tras otro en ciertas areas de nuestra vida? Pero seguimos tropezando, metidos dentro de un tornado del cual no podemos salir, hasta que un día decimos: ‘¡Hasta aquí llegué! Repartamos la baraja de nuevo’.
Cuando en el primer capítulo de Sefer Irmiahu Dios se le presenta al profeta, le dice:
‘He aquí que en este día te he puesto sobre las naciones y sobre los reinos, para desarraigar y arrancar, y destruir y derribar, y construir, y plantar’ (Irmiahu 1, 10).
Llama la atención el orden de los verbos. ¡Para construir, primero hubo que derribar! ¡Para plantar, primero hubo que arrancar!
Ciertas veces la única receta es volver a empezar.
Rabino Gustavo Surazski. Comunidad "Netzaj Israel", Ashkelon.
Volver a empezar
Esta semana estamos comenzando con la lectura del quinto libro de la Torá leyendo Parashat Devarim.
La Parashá comienza hablando de aquellos doce hombres –los meraglim- que habían ido a espiar la Tierra Prometida. Al regresar -se nos cuenta- aquellos emisarios difamaron a la tierra y atemorizaron al pueblo sumiéndolo en la desesperanza y en el llanto.
Aquella noche, según el Talmud, era Tisha BeAv. Di-s, viendo al pueblo llorar vanamente, enfureció: condenó a los hijos de Israel a vagar durante cuarenta años en el desierto, y repudió a aquella generación decretando que no iría a ingresar a la Tierra que había prometido a Abraham, Itzjak e Iaakov.
Algunos cientos de años después, en ese mismo día, el Primer Templo de Ierushalaim era destruído, y la ciudad de Jerusalén quedó arrasada, producto -entre otras cosas- de la degeneración social del propio pueblo de Israel.
‘¡Cómo ha quedado solitaria la ciudad que estaba llena de gente!’ (Eijá 1, 1), se lamentaba por entonces el profeta Irmiahu ante tamaña destrucción.
Al abrir el rollo de Eijá, algo nos llama poderosamente la atención. Los versículos del libro van siguiendo el orden del alef bet (el abecedario hebreo), siendo éste el único libro del TaNaJ que respeta este modelo.
¿¡Cómo es posible que ante semejante catástrofe el profeta decida lamentarse prolijamente siguiendo el orden del alfabeto?
!El contraste entre la magnitud del drama, y la armonía y prolijidad del canto, transforma al cuadro en grotesco.
¿Cómo es posible que el profeta haya tenido la cabeza fresca para lamentarse en rima y según el orden del abecedario?
Tal vez lo que el profeta nos enseña, es que en situaciones de semejante crisis, no queda otra alternativa que empezar nuevamente desde cero, o sea desde el elemental alef bet (no será casual tampoco, el hecho que conmemoremos la destrucción de los Templos de Jerusalén en el mes de Av, mes compuesto por las primeras dos letras del alfabeto hebreo (la alef y la bet).
Hay un ejemplo bien cotidiano que puede describir a la perfección esta idea.
Pensemos en la batería recargable de un teléfono móvil. Para recargar la batería, siempre es preferible que está esté vacía del todo. Si se la recarga reiteradamente, cuando ésta tiene la carga hasta la mitad, la batería se termina estropeando.
Pienso hasta que punto esto es similar al mensaje del profeta Irmiahu en el libro de Eijá.
De la misma manera para optimizar el uso de la batería de un teléfono móvil es preferible que ésta quede en cero y no por la mitad, el profeta nos enseña que muchas veces es más sencillo construir de la nada, a partir de lo elemental del alef bet, que reconstruir algo que está mitad sano y mitad roto, mitad lleno y mitad vacío.
Pensemos en nuestras propias crisis personales.
¿Cuántas son las veces que cometemos un error tras otro en ciertas areas de nuestra vida? Pero seguimos tropezando, metidos dentro de un tornado del cual no podemos salir, hasta que un día decimos: ‘¡Hasta aquí llegué! Repartamos la baraja de nuevo’.
Cuando en el primer capítulo de Sefer Irmiahu Dios se le presenta al profeta, le dice:
‘He aquí que en este día te he puesto sobre las naciones y sobre los reinos, para desarraigar y arrancar, y destruir y derribar, y construir, y plantar’ (Irmiahu 1, 10).
Llama la atención el orden de los verbos. ¡Para construir, primero hubo que derribar! ¡Para plantar, primero hubo que arrancar!
Ciertas veces la única receta es volver a empezar.
Rabino Gustavo Surazski. Comunidad "Netzaj Israel", Ashkelon.
Etiquetas:
Parashat Hashavua
jueves, 16 de julio de 2009
Alia
La Kehila Masortit Hakrayot da la bienvenida a las familias Shamush, Capuano y Rodriguez que hicieron alia en el marco del proyecto conjunto de la Kehila, la Municpalidad de Kiriat Bialik, la Sojnut y el Ministerio de Absorcion. Asimismo les desea suerte en su absorcion en nuestra querida Medina.
Tambien felicitamos a la Sra Adriana Rachkovsky, quien en estos dias asumio su cargo como Rakezet Klitat Alya. Suerte!
Tambien felicitamos a la Sra Adriana Rachkovsky, quien en estos dias asumio su cargo como Rakezet Klitat Alya. Suerte!
Olim Jadashim
Comenzaron a venir Olim Jadashim de Sudamerica, se acuerdan….? Ayer llegaron dos de las tres familias que debian llegar, y por la noche viene la tercera. Cualquier colaboracion, ayuda, sera fundamental en esta etapa.
Lo mas importante ahora es un poco de afecto,que no se sientan solos sino acompañados en este su primer shabat en Eretz Israel.
Asi que los convoco a colaborar , necesitamos tres familias voluntarias para compartir con ellos la noche de Shabat, darles calidez, hacerlos sentir realmente en casa!!
Todos los datos sirven! alquileres, cosas, muebles, y sobretodo buena onda!!!
Por favor, manden todos estos datos a mi email, mi telefono es 0504901282 048732422.
adrirach@windowslive.com
Muchas Gracias
Adriana Rachkovsky
Lo mas importante ahora es un poco de afecto,que no se sientan solos sino acompañados en este su primer shabat en Eretz Israel.
Asi que los convoco a colaborar , necesitamos tres familias voluntarias para compartir con ellos la noche de Shabat, darles calidez, hacerlos sentir realmente en casa!!
Todos los datos sirven! alquileres, cosas, muebles, y sobretodo buena onda!!!
Por favor, manden todos estos datos a mi email, mi telefono es 0504901282 048732422.
adrirach@windowslive.com
Muchas Gracias
Adriana Rachkovsky
"Reciclando la Vida"
Parashat Matot-Mase 5769
B"H
Las piedras grandes, primero...
Parashat Matot recuerda, entre otros pasajes, el pedido de las tribus de Reubén y Gad para heredar la tierra ubicada al este del río Jordán.
Moshé, infiriendo que estos se rehúsaban a participar en la conquista de la Tierra de Israel, los amonestó severamente diciéndoles: "¿Vuestros hermanos irán a la guerra, y vosostros permaneceréis aquí?" (BeMidvar 32, 6).
Al oír su respuesta, Moshé comprendió rápidamente que no se trataba de un caso clásico de deserción militar sino que sus razones tenían una raíz más profunda y compleja. Estas tribus deseaban aquellas fértiles tierras por tener numeroso ganado; no era su intención evadir el deber."Y acercáronse a él (a Moshé) y dijeron: "Edificaremos aquí corrales para nuestro ganado y ciudades para nuestros niños; y nosotros nos armaremos presurosos delante de los hijos de Israel, hasta que los traigamos a su lugar" (BeMidvar 32, 16-17).
Moshé vio con buenos ojos su disposición a alistarse con el resto de las tríbus de Israel. Sin embargo, decidió corregir su enunciado: "Edificad para vosotros ciudades, para vuestros niños y corrales para vuestras ovejas, y lo que salió de vuestra boca, haréis" (BeMidvar 32, 24).
RaSHI trae las palabras del Midrash Tanjuma al respecto: "Estaban más preocupados por sus bienes materiales que por sus hijos e hijas, dado que (en sus palabras) anticiparon su ganado a sus niños. Les dijo Moshé: "No así debe ser; hagan lo principal en primer término y lo secundario en segundo. Primero edifiquen ciudades para vuestros niños y luego corrales para el ganado".Moshé comprende que la falta de motivación no tenía que ver con la indiferencia. El análisis de aquellas dos tribus estaba distorsionado. Su escala de valores estaba invertida. Pensaban en sus ganados, sobre todas las cosas, postergando a sus hijos a un plano menor.
Leí hace un tiempo acerca de un asesor de empresas que quiso sorprender a los asistentes a una de sus conferencias.
Sacó de debajo del escritorio donde estaba sentado un frasco grande de boca ancha y colocándolo sobre la mesa junto a una bandeja de piedras preguntó: ‘¿Cuántas piedras piensan que entran en el frasco?’.
Después de que los asistentes hicieran sus conjeturas empezó a meter piedras hasta que llenó el frasco. Luego preguntó: ‘¿Está lleno?’.
Todo el mundo miró y dijo que sí.
Entonces sacó de debajo de la mesa un balde con canto rodado. Metió parte del canto rodado en el frasco y lo agitó. Las piedritas penetraron por los espacios que dejaban las piedras grandes. El experto sonrió con ironía y repitió la pregunta: ¿Está lleno? Esta vez los asistentes dudaron: Tal vez no...Puso en la mesa un balde con arena que comenzó a volcar en el frasco. La arena se filtraba en los pequeños recovecos que dejaban las piedras y el canto rodado. ‘¿Está lleno?’, preguntó de nuevo. ‘¡No!’, exclamaron los asistentes.
Finalmente tomó una jarra de agua que comenzó a verter en el frasco. El frasco aún no estaba lleno.‘¿Qué hemos demostrado?’, preguntó aquel hombre a la audiencia.
Un alumno respondió: ‘Que no importa lo llena que esté tu agenda, si lo intentas, siempre puedes hacer que quepan más cosas’.‘¡De ninguna manera!, concluyó el experto. Lo que esta lección nos enseña es, que si no colocas las piedras grandes primero, nunca podrás colocarlas después’.
Este era el problema de las tribus de Gad y Reubén. Dejaron las piedras grandes para el final.
Rabino Gustavo Surazski. Comunidad "Netzaj Israel", Ashkelon.
Las piedras grandes, primero...
Parashat Matot recuerda, entre otros pasajes, el pedido de las tribus de Reubén y Gad para heredar la tierra ubicada al este del río Jordán.
Moshé, infiriendo que estos se rehúsaban a participar en la conquista de la Tierra de Israel, los amonestó severamente diciéndoles: "¿Vuestros hermanos irán a la guerra, y vosostros permaneceréis aquí?" (BeMidvar 32, 6).
Al oír su respuesta, Moshé comprendió rápidamente que no se trataba de un caso clásico de deserción militar sino que sus razones tenían una raíz más profunda y compleja. Estas tribus deseaban aquellas fértiles tierras por tener numeroso ganado; no era su intención evadir el deber."Y acercáronse a él (a Moshé) y dijeron: "Edificaremos aquí corrales para nuestro ganado y ciudades para nuestros niños; y nosotros nos armaremos presurosos delante de los hijos de Israel, hasta que los traigamos a su lugar" (BeMidvar 32, 16-17).
Moshé vio con buenos ojos su disposición a alistarse con el resto de las tríbus de Israel. Sin embargo, decidió corregir su enunciado: "Edificad para vosotros ciudades, para vuestros niños y corrales para vuestras ovejas, y lo que salió de vuestra boca, haréis" (BeMidvar 32, 24).
RaSHI trae las palabras del Midrash Tanjuma al respecto: "Estaban más preocupados por sus bienes materiales que por sus hijos e hijas, dado que (en sus palabras) anticiparon su ganado a sus niños. Les dijo Moshé: "No así debe ser; hagan lo principal en primer término y lo secundario en segundo. Primero edifiquen ciudades para vuestros niños y luego corrales para el ganado".Moshé comprende que la falta de motivación no tenía que ver con la indiferencia. El análisis de aquellas dos tribus estaba distorsionado. Su escala de valores estaba invertida. Pensaban en sus ganados, sobre todas las cosas, postergando a sus hijos a un plano menor.
Leí hace un tiempo acerca de un asesor de empresas que quiso sorprender a los asistentes a una de sus conferencias.
Sacó de debajo del escritorio donde estaba sentado un frasco grande de boca ancha y colocándolo sobre la mesa junto a una bandeja de piedras preguntó: ‘¿Cuántas piedras piensan que entran en el frasco?’.
Después de que los asistentes hicieran sus conjeturas empezó a meter piedras hasta que llenó el frasco. Luego preguntó: ‘¿Está lleno?’.
Todo el mundo miró y dijo que sí.
Entonces sacó de debajo de la mesa un balde con canto rodado. Metió parte del canto rodado en el frasco y lo agitó. Las piedritas penetraron por los espacios que dejaban las piedras grandes. El experto sonrió con ironía y repitió la pregunta: ¿Está lleno? Esta vez los asistentes dudaron: Tal vez no...Puso en la mesa un balde con arena que comenzó a volcar en el frasco. La arena se filtraba en los pequeños recovecos que dejaban las piedras y el canto rodado. ‘¿Está lleno?’, preguntó de nuevo. ‘¡No!’, exclamaron los asistentes.
Finalmente tomó una jarra de agua que comenzó a verter en el frasco. El frasco aún no estaba lleno.‘¿Qué hemos demostrado?’, preguntó aquel hombre a la audiencia.
Un alumno respondió: ‘Que no importa lo llena que esté tu agenda, si lo intentas, siempre puedes hacer que quepan más cosas’.‘¡De ninguna manera!, concluyó el experto. Lo que esta lección nos enseña es, que si no colocas las piedras grandes primero, nunca podrás colocarlas después’.
Este era el problema de las tribus de Gad y Reubén. Dejaron las piedras grandes para el final.
Rabino Gustavo Surazski. Comunidad "Netzaj Israel", Ashkelon.
Etiquetas:
Parashat Hashavua
miércoles, 8 de julio de 2009
Parashat Pinjás 5769
B"H
Haciendo un Sacrificio
Cuando un Sofer STaM quiere evaluar el "estado de salud" de un determinado Sefer Torá una de las primeras acciones que toma es dirigirse a Parashat Pinjás. Siviéndonos de la parábola médica podríamos afirmar que Parashat Pinjás es el lugar por el cual se le toma la presión al Sefer...
Si uno recorre con la vista cualquier Sefer Torá va a apreciar que la porción más maltrecha siempre será Parashat Pinjás. La razón es simple; es la porción más leída del año. El maftir de cada festividad y de cada Rosh Jodesh pertenece a esta sección. Mientras que la mayoría de las secciones de la Torá son leídas tan sólo una vez al año, Pinjás es leída más de veinte veces lo cual provoca una lógico desgaste en su escritura.
¿Cuál es la relación de esta Parashá con Pesaj, Shavuot, Sukot, los Rashei Jodashim y con todas las fiestas de Israel?
En su sección final, Parashat Pinjás contiene un listado de todos los sacrificios públicos que se realizaban en el Santuario durante los días ordinarios y los días de fiestas. Cientos y cientos de animales eran traídos al Beit HaMikdash a lo largo del año a modo de sacrificios públicos.
Sin embargo, hoy no deseo hablar del modo en que se realizaban estas ofrendas. Deseo referirme a otro aspecto que atañe a la cuestión y que es de suma relevancia.
¿Quién solventaba estos sacrificios públicos? (¡Un novillo cuesta mucha plata hoy y costaba mucho entonces!).
¿Quién era el responsable de proveer esos animales al Templo?
La respuesta es: TODOS. Todo el pueblo de Israel era partícipe de la Avodat HaKodesh, del sagrado servicio del Beit HaMikdash.
El Talmud nos cuenta que a partir del 15 de Adar se ubicaban puestos a lo largo y a lo ancho del país para reclamar los fondos (el medio shekel) necesarios para solventar los gastos generales y los sacrificios públicos que se ofrendaban en el Beit HaMikdash (Meguilá 29b). RaSHI en su comentario al Talmud nos cuenta que las autoridades tenían poder coercitivo para embargar los bienes de aquellos que se negaban a participar de la Avodat HaKodesh (RaSHI ibid.).
Esto merece una reflexión: Ser parte del Avodat HaKodesh (que en nuestros días significa contribuir al mantenimiento de las sinagogas y las instituciones judías a la que asistimos con regularidad) es una responsabilidad indelegable. Hacerse el distraído es una transgresión mayúscula.
Un viejo chiste judío cuenta acerca de un joven que quería ingresar al Beit HaKneset en Rosh HaShaná para pedirle las llaves de su casa a su padre que estaba rezando adentro.
Sin embargo el joven no había ‘comprado’ su sitial para las Altas Fiestas. Cuando quiere ingresar, el shomer le pide su ‘entrada’ y el joven le dice no la tenía y que sólo deseaba ingresar unos minutos para pedirle las llaves a su padre y volver a su casa.
El shomer miró al joven y le dijo:‘Está bien, puedes entrar. ¡Pero que no te pezque rezando!’.
Entendámoslo bien: Cuando compramos un ‘sitial’ en las Fiestas no estamos comprando una platea para rezar. Cuando abonamos nuestra membresía anual a la sinagoga, no estamos comprando un servicio. Cuando ‘pagamos’ el Bar Mitzvá de nuestros hijos, no estamos ‘comprando’ minutos ‘de aire’ en los cuales nuestros hijos serán actores de una ceremonia religiosa.
Cuando compramos un sitial para los Jaguim, pagamos nuestra membresía a la sinagoga o abonamos un Bar Mitzvá para nuestros hijos estamos siendo parte de la Avodat HaKodesh. Y esto es algo indelegable, si asistimos a una congregación religiosa.
Un Beit Kneset no es un prestador de servicios. Servicios nos da la empresa de electricidad o el servidor de internet. Sostener un Beit HaKneset es Avodat HaKodesh. Es comparable a los sacrificios públicos que menciona Parashat Pinjás.
Y no es lícito, ni es justo, ni es procedente, reclamar sacrificios a nuestras congregaciones, si en nuestro fuero íntimo no estamos dispuestos nosotros a hacer uno.
Rabino Gustavo Surazski. Comunidad "Netzaj Israel", Ashkelon.
Haciendo un Sacrificio
Cuando un Sofer STaM quiere evaluar el "estado de salud" de un determinado Sefer Torá una de las primeras acciones que toma es dirigirse a Parashat Pinjás. Siviéndonos de la parábola médica podríamos afirmar que Parashat Pinjás es el lugar por el cual se le toma la presión al Sefer...
Si uno recorre con la vista cualquier Sefer Torá va a apreciar que la porción más maltrecha siempre será Parashat Pinjás. La razón es simple; es la porción más leída del año. El maftir de cada festividad y de cada Rosh Jodesh pertenece a esta sección. Mientras que la mayoría de las secciones de la Torá son leídas tan sólo una vez al año, Pinjás es leída más de veinte veces lo cual provoca una lógico desgaste en su escritura.
¿Cuál es la relación de esta Parashá con Pesaj, Shavuot, Sukot, los Rashei Jodashim y con todas las fiestas de Israel?
En su sección final, Parashat Pinjás contiene un listado de todos los sacrificios públicos que se realizaban en el Santuario durante los días ordinarios y los días de fiestas. Cientos y cientos de animales eran traídos al Beit HaMikdash a lo largo del año a modo de sacrificios públicos.
Sin embargo, hoy no deseo hablar del modo en que se realizaban estas ofrendas. Deseo referirme a otro aspecto que atañe a la cuestión y que es de suma relevancia.
¿Quién solventaba estos sacrificios públicos? (¡Un novillo cuesta mucha plata hoy y costaba mucho entonces!).
¿Quién era el responsable de proveer esos animales al Templo?
La respuesta es: TODOS. Todo el pueblo de Israel era partícipe de la Avodat HaKodesh, del sagrado servicio del Beit HaMikdash.
El Talmud nos cuenta que a partir del 15 de Adar se ubicaban puestos a lo largo y a lo ancho del país para reclamar los fondos (el medio shekel) necesarios para solventar los gastos generales y los sacrificios públicos que se ofrendaban en el Beit HaMikdash (Meguilá 29b). RaSHI en su comentario al Talmud nos cuenta que las autoridades tenían poder coercitivo para embargar los bienes de aquellos que se negaban a participar de la Avodat HaKodesh (RaSHI ibid.).
Esto merece una reflexión: Ser parte del Avodat HaKodesh (que en nuestros días significa contribuir al mantenimiento de las sinagogas y las instituciones judías a la que asistimos con regularidad) es una responsabilidad indelegable. Hacerse el distraído es una transgresión mayúscula.
Un viejo chiste judío cuenta acerca de un joven que quería ingresar al Beit HaKneset en Rosh HaShaná para pedirle las llaves de su casa a su padre que estaba rezando adentro.
Sin embargo el joven no había ‘comprado’ su sitial para las Altas Fiestas. Cuando quiere ingresar, el shomer le pide su ‘entrada’ y el joven le dice no la tenía y que sólo deseaba ingresar unos minutos para pedirle las llaves a su padre y volver a su casa.
El shomer miró al joven y le dijo:‘Está bien, puedes entrar. ¡Pero que no te pezque rezando!’.
Entendámoslo bien: Cuando compramos un ‘sitial’ en las Fiestas no estamos comprando una platea para rezar. Cuando abonamos nuestra membresía anual a la sinagoga, no estamos comprando un servicio. Cuando ‘pagamos’ el Bar Mitzvá de nuestros hijos, no estamos ‘comprando’ minutos ‘de aire’ en los cuales nuestros hijos serán actores de una ceremonia religiosa.
Cuando compramos un sitial para los Jaguim, pagamos nuestra membresía a la sinagoga o abonamos un Bar Mitzvá para nuestros hijos estamos siendo parte de la Avodat HaKodesh. Y esto es algo indelegable, si asistimos a una congregación religiosa.
Un Beit Kneset no es un prestador de servicios. Servicios nos da la empresa de electricidad o el servidor de internet. Sostener un Beit HaKneset es Avodat HaKodesh. Es comparable a los sacrificios públicos que menciona Parashat Pinjás.
Y no es lícito, ni es justo, ni es procedente, reclamar sacrificios a nuestras congregaciones, si en nuestro fuero íntimo no estamos dispuestos nosotros a hacer uno.
Rabino Gustavo Surazski. Comunidad "Netzaj Israel", Ashkelon.
Etiquetas:
Parashat Hashavua
jueves, 2 de julio de 2009
Parashat Balak 5769
B"H
El Síndrome Balak
Hace algunos años, recién llegado a Israel, pregunté a un olé vatik acerca del proceso de klita y de aclimatación al país.
Recordaré siempre lo que me dijo: "El proceso es simple; tiene tres etapas"."La primera etapa es cuando –recién llegado- te enojas con la Sojnut"."La segunda etapa, comienza alrededor del tercer año: es cuando comienzas a enojarte con el gobierno"."La tercera etapa, es la última. Es cuando comienzas a enojarte con los vicios de los olim jadashim, que van llegando al país". Y entonces finalizó y me dijo: "Cuando llegues a esa etapa, es porque tu klitá terminó".
Aun cuando no estoy seguro que los plazos mencionados en esta parábola sean del todo correctos, lo que sin duda es cierto es que tenemos una formidable capacidad para quejarnos y mostrar insatisfacción por las cosas que ocurren en nuestra sociedad.
Que la gente aquí es muy ruidosa.
Que la Sojnut no cumple lo prometido.
Que la gente no conoce los buenos modales.
Que el gobierno de aquí se parece al gobierno de allí.
Son todos argumentos que tienen una pizca de verdad, pero que están empapados de un síndrome muy israelí, al que me gusta llamar el "Síndrome Balak".
¿Qué es el "Síndrome Balak"?
Balak ben Tzipor era rey de Moab y había contratado a Bilam ben Beor, a fin de maldecir a Israel. Balak sabía que Bilam tenía un poder muy especial: aquel a quien bendecía era bendito y aquel a quién maldecía era maldito.
La Torá nos cuenta que Balak lleva a Bilam a la punta de un cerro para que pronuncie la esperada maldición que acabe con la gracia de los hijos de Israel. Pero ocurrió lo inesperado; cuando de boca de Bilam debían salir palabras de maldición, sólo salieron perlas, elogios y bendiciones para los hijos de Israel.
Desorientado Balak por la ‘falta de oficio’ de su contratado decide subirlo a otro cerro para que vea desde allí a Israel.‘Y le dijo Balak: Ven conmigo a otro lugar del cual podrás verlo. Pero sólo su extremo verás y maldícelo para mí desde allí’ (BeMidvar 23, 13).
Balak, que seguramente conocía perfectamente la topografía del lugar, decide subir al brujo a un lugar desde el cual sólo puede observar un extremo del pueblo.
¿Por qué?
Ese es el Síndrome Balak. Si algo es malo, TODO es malo.
Los defectos de una parte se transforman en defectos del conjunto.
Balak necesitaba conseguir la maldición de Bilam. Para hacerlo, lo mejor era que Bilam viera sólo una sección del pueblo. Que invalide a un pueblo entero por tener aspectos defectuosos.
El "Síndrome Balak" nos envenena.
Nosotros tenemos ese mismo síndrome cuando miramos solo aquellos aspectos de esta sociedad que nos lastiman y nos duelen.
Pero además del "Síndrome Balak" existe el "Síndrome Bilam", no menos peligroso. Bilam, de acuerdo a nuestros sabios, era ciego de un ojo. Ese síndrome también nos envenena.
Nada mejor –para maldecir- que ver solo una parte del pueblo con el único ojo del que disponemos.
Di-s nos regaló dos ojos no sólo porque es estético. Lo hizo porque sólo con dos ojos, podemos tener una mirada profunda de tres dimensiones.
Es peligroso ver el mundo "a la Bilam". Es peligroso mirarlo desde donde lo mira Balak.
Y es cierto que la gente aquí a menudo es muy ruidosa.
Que la Sojnut alguna promesa no cumplió.
Que algunos no conocen los buenos modales.
Que el gobierno de aquí por momentos se parece al gobierno de allí.
Pero eso es solo una parte de la historia.
Esa es la mirada de un solo ojo.
Si abrimos el otro ojo y miramos el cuadro completo nos habremos curado del "Síndrome Balak" y del "Síndrome Bilam".
Rabino Gustavo Surazski. Comunidad "Netzaj Israel", Ashkelon.
El Síndrome Balak
Hace algunos años, recién llegado a Israel, pregunté a un olé vatik acerca del proceso de klita y de aclimatación al país.
Recordaré siempre lo que me dijo: "El proceso es simple; tiene tres etapas"."La primera etapa es cuando –recién llegado- te enojas con la Sojnut"."La segunda etapa, comienza alrededor del tercer año: es cuando comienzas a enojarte con el gobierno"."La tercera etapa, es la última. Es cuando comienzas a enojarte con los vicios de los olim jadashim, que van llegando al país". Y entonces finalizó y me dijo: "Cuando llegues a esa etapa, es porque tu klitá terminó".
Aun cuando no estoy seguro que los plazos mencionados en esta parábola sean del todo correctos, lo que sin duda es cierto es que tenemos una formidable capacidad para quejarnos y mostrar insatisfacción por las cosas que ocurren en nuestra sociedad.
Que la gente aquí es muy ruidosa.
Que la Sojnut no cumple lo prometido.
Que la gente no conoce los buenos modales.
Que el gobierno de aquí se parece al gobierno de allí.
Son todos argumentos que tienen una pizca de verdad, pero que están empapados de un síndrome muy israelí, al que me gusta llamar el "Síndrome Balak".
¿Qué es el "Síndrome Balak"?
Balak ben Tzipor era rey de Moab y había contratado a Bilam ben Beor, a fin de maldecir a Israel. Balak sabía que Bilam tenía un poder muy especial: aquel a quien bendecía era bendito y aquel a quién maldecía era maldito.
La Torá nos cuenta que Balak lleva a Bilam a la punta de un cerro para que pronuncie la esperada maldición que acabe con la gracia de los hijos de Israel. Pero ocurrió lo inesperado; cuando de boca de Bilam debían salir palabras de maldición, sólo salieron perlas, elogios y bendiciones para los hijos de Israel.
Desorientado Balak por la ‘falta de oficio’ de su contratado decide subirlo a otro cerro para que vea desde allí a Israel.‘Y le dijo Balak: Ven conmigo a otro lugar del cual podrás verlo. Pero sólo su extremo verás y maldícelo para mí desde allí’ (BeMidvar 23, 13).
Balak, que seguramente conocía perfectamente la topografía del lugar, decide subir al brujo a un lugar desde el cual sólo puede observar un extremo del pueblo.
¿Por qué?
Ese es el Síndrome Balak. Si algo es malo, TODO es malo.
Los defectos de una parte se transforman en defectos del conjunto.
Balak necesitaba conseguir la maldición de Bilam. Para hacerlo, lo mejor era que Bilam viera sólo una sección del pueblo. Que invalide a un pueblo entero por tener aspectos defectuosos.
El "Síndrome Balak" nos envenena.
Nosotros tenemos ese mismo síndrome cuando miramos solo aquellos aspectos de esta sociedad que nos lastiman y nos duelen.
Pero además del "Síndrome Balak" existe el "Síndrome Bilam", no menos peligroso. Bilam, de acuerdo a nuestros sabios, era ciego de un ojo. Ese síndrome también nos envenena.
Nada mejor –para maldecir- que ver solo una parte del pueblo con el único ojo del que disponemos.
Di-s nos regaló dos ojos no sólo porque es estético. Lo hizo porque sólo con dos ojos, podemos tener una mirada profunda de tres dimensiones.
Es peligroso ver el mundo "a la Bilam". Es peligroso mirarlo desde donde lo mira Balak.
Y es cierto que la gente aquí a menudo es muy ruidosa.
Que la Sojnut alguna promesa no cumplió.
Que algunos no conocen los buenos modales.
Que el gobierno de aquí por momentos se parece al gobierno de allí.
Pero eso es solo una parte de la historia.
Esa es la mirada de un solo ojo.
Si abrimos el otro ojo y miramos el cuadro completo nos habremos curado del "Síndrome Balak" y del "Síndrome Bilam".
Rabino Gustavo Surazski. Comunidad "Netzaj Israel", Ashkelon.
Etiquetas:
Parashat Hashavua
miércoles, 24 de junio de 2009
Parashat Jukat 5769
B"H
Golpe a golpe, verso a verso
Parashat Jukat, habla acerca de la muerte de Miriam, la hermana mayor de Moshé.
‘Y llegaron los hijos de Israel...al desierto de Tzin...y allí murió Miriam, y allí fue enterrada. Y no había agua para la comunidad, y congregáronse contra Moshé y contra Aharón’ (BeMidvar 20, 1-2).
No debiera llamarnos la atención que el pueblo quede sediento al morir Miriam. La figura de Miriam estuvo siempre íntimamente ligada al agua: Ella fue quien coloco al pequeño Moshé en las aguas del Nilo para salvarlo del decreto del faraón; ella fue la primera en tomar el pandero y cantar a Di-s luego del milagroso cruce de las aguas del Mar de los Juncos y, finalmente -durante la travesía del desierto- el pueblo de Israel iba acompañado por un milagroso pozo de agua que acampaba junto a ellos cada vez que acampaban y abastecía de agua a todo Israel.
Nuestros Sabios de bendita memoria nos enseñan que dicho pozo de agua le fue concedido a los hijos de Israel por mérito de Miriam (Taanit 9a). La Tosefta (Suká 3, 3) nos cuenta que el pozo "se detenía" junto a los hijos de Israel en cada uno de sus campamentos y se ubicaba frente a la Tienda del Plazo. Los jefes de las tribus lo rodeaban con sus varas y extraían agua de él por medio de cantos (véase BeMidvar 21, 17-18).
La muerte de Miriam marca entonces la muerte de una forma de extraer agua.A la luz de estos comentarios rabínicos podemos entender mejor el episodio de Mei Merivá que sucede a la muerte de Miriam y que marcará el punto de inflexión en la vida de Moshé (BeMidvar 20, 1-13). La historia de Mei Merivá nos muestra que las palabras y el canto dejaron de ser efectivos a la hora de extraer agua de la rocas. Luego de la muerte de Miriam, solo los golpes podían hacer aflorar agua. Moshé golpeará la roca y se jamás podrá ingresar a la Tierra con la que tanto soñó.
La Torá no sólo nos ubica frente a dos modelos pedagógicos diametralmente opuestos (la palabra vs. los golpes), sino también frente a dos vías diferentes para la resolución de conflictos: todo desacuerdo se puede resolver por medio de la voz, o –Di-s no lo permita- por medio de la violencia.
El pozo de Miriam se cuenta entre las diez creaciones milagrosas que Di-s creara en la víspera del primer Shabat (Avot 5, 6). Sin embargo, dicho pozo no sólo se define como milagroso por haber vagado en el desierto junto al campamento de Israel. El milagro se hacía aun más visible cuando las multitudes de nuestro pueblo veían que el canto y la voz –¡no los golpes!- eran la auténtica fuente de bendición.
Quiera Di-s iluminar a la humanidad toda, pueda recuperar dicha percepción.
Rabino Gustavo Surazski. Comunidad "Netzaj Israel", Ashkelon.
Golpe a golpe, verso a verso
Parashat Jukat, habla acerca de la muerte de Miriam, la hermana mayor de Moshé.
‘Y llegaron los hijos de Israel...al desierto de Tzin...y allí murió Miriam, y allí fue enterrada. Y no había agua para la comunidad, y congregáronse contra Moshé y contra Aharón’ (BeMidvar 20, 1-2).
No debiera llamarnos la atención que el pueblo quede sediento al morir Miriam. La figura de Miriam estuvo siempre íntimamente ligada al agua: Ella fue quien coloco al pequeño Moshé en las aguas del Nilo para salvarlo del decreto del faraón; ella fue la primera en tomar el pandero y cantar a Di-s luego del milagroso cruce de las aguas del Mar de los Juncos y, finalmente -durante la travesía del desierto- el pueblo de Israel iba acompañado por un milagroso pozo de agua que acampaba junto a ellos cada vez que acampaban y abastecía de agua a todo Israel.
Nuestros Sabios de bendita memoria nos enseñan que dicho pozo de agua le fue concedido a los hijos de Israel por mérito de Miriam (Taanit 9a). La Tosefta (Suká 3, 3) nos cuenta que el pozo "se detenía" junto a los hijos de Israel en cada uno de sus campamentos y se ubicaba frente a la Tienda del Plazo. Los jefes de las tribus lo rodeaban con sus varas y extraían agua de él por medio de cantos (véase BeMidvar 21, 17-18).
La muerte de Miriam marca entonces la muerte de una forma de extraer agua.A la luz de estos comentarios rabínicos podemos entender mejor el episodio de Mei Merivá que sucede a la muerte de Miriam y que marcará el punto de inflexión en la vida de Moshé (BeMidvar 20, 1-13). La historia de Mei Merivá nos muestra que las palabras y el canto dejaron de ser efectivos a la hora de extraer agua de la rocas. Luego de la muerte de Miriam, solo los golpes podían hacer aflorar agua. Moshé golpeará la roca y se jamás podrá ingresar a la Tierra con la que tanto soñó.
La Torá no sólo nos ubica frente a dos modelos pedagógicos diametralmente opuestos (la palabra vs. los golpes), sino también frente a dos vías diferentes para la resolución de conflictos: todo desacuerdo se puede resolver por medio de la voz, o –Di-s no lo permita- por medio de la violencia.
El pozo de Miriam se cuenta entre las diez creaciones milagrosas que Di-s creara en la víspera del primer Shabat (Avot 5, 6). Sin embargo, dicho pozo no sólo se define como milagroso por haber vagado en el desierto junto al campamento de Israel. El milagro se hacía aun más visible cuando las multitudes de nuestro pueblo veían que el canto y la voz –¡no los golpes!- eran la auténtica fuente de bendición.
Quiera Di-s iluminar a la humanidad toda, pueda recuperar dicha percepción.
Rabino Gustavo Surazski. Comunidad "Netzaj Israel", Ashkelon.
Etiquetas:
Parashat Hashavua
Suscribirse a:
Entradas (Atom)