La Kehila Hamasoratit de las Krayot hace llegar a sus asociados, adherentes, amigos y comunidades hermanas sus deseos de GMAR JATIMA TOVA!
jueves, 24 de septiembre de 2009
Servicios Religiosos De Iamim Noraim
Iom Kipur Kol Nidrei Domingo 27/Sept. 17:15 hs.
Tfilat Ieladim 17:30 hs.
Shajarit Lunes 28/Sept. 08:30 hs.
Izcor Lunes 28/Sept. despues de las 10:30 hs.
Neila Lunes 28/Sept. 15:45 hs.
Tfilat Ieladim Lunes 28/Sept. 17:20 hs.
Final del ayuno Lunes 28/Sept. 17:52 hs.
RECOMENDACIONES:
*Solicitamos puntualidad y asegúrese de tener apagado su teléfono celular.
*Le recordamos no olvidar su talit en los servicios matutinos y en la noche de Kol Nidrei.
Tfilat Ieladim 17:30 hs.
Shajarit Lunes 28/Sept. 08:30 hs.
Izcor Lunes 28/Sept. despues de las 10:30 hs.
Neila Lunes 28/Sept. 15:45 hs.
Tfilat Ieladim Lunes 28/Sept. 17:20 hs.
Final del ayuno Lunes 28/Sept. 17:52 hs.
RECOMENDACIONES:
*Solicitamos puntualidad y asegúrese de tener apagado su teléfono celular.
*Le recordamos no olvidar su talit en los servicios matutinos y en la noche de Kol Nidrei.
Parsha Haazinu- Shabat Shuva
¡DONDE ESTA LA RUTA?
Este Shabat recibe el nombre de Shabat Shuvá: el Shabat del retorno. Es el profeta Oshea quien nos llama a regresar en este Shabat previo a Iom HaKipurim.Ahora…¿sabemos realmente dónde queremos retornar? ¿Sabemos dónde esta esa ruta a la que hace mención el profeta?Escucharemos en este Shabat: ‘¡Shuva Israel! (Retorna Israel)’.Pero...¿qué tal si estamos perdidos? ¿Qué tal si nadie nos sabe orientar acerca de cómo regresar?Aprendemos en este Shabat, que el retorno es difícil cuando uno está desorientado. Es imposible regresar de memoria, cuando uno no sabe bien donde está parado.
A menudo, cuando tomamos el auto y emprendemos un largo viaje necesitamos de un mapa. Otras veces uno sabe cómo llegar de memoria. Uno no necesita de un mapa para llegar de casa al trabajo o de casa a la escuela; es un viaje de todos los días...Pero hay ciertos viajes en donde hay que estar bien atentos. Debemos prestar atención a los carteles del camino y si nos confundimos en alguno y nos desviamos de la ruta, deberemos prestar atención a aquellos carteles que nos llevan de regreso a la ruta.
El ejercicio de la Teshuvá no es sencillo. Tenemos que hacer un balance, estudiarnos, ubicar nuestros puntos frágiles e intentar superarlos.No es un trabajo fácil, es lento. Es una labor que comienza con el mes de Elul y termina al cabo de cuarenta días. Es una ruta con varias estaciones: el mes de Elul, Rosh HaShaná, los diez días de Teshuvá, Iom HaKipurim. Es similar a una escalera con varios escalones.
En Iom HaKipurim podremos devorar el majzor y decir de memoria las cinco tefilot del día. Podremos agujerear nuestros pechos por los golpes de nuestros puños. Pero si permanecimos indiferentes durante todos estos días, seremos como aquel que viaja de memoria por una ruta inhóspita, sin mapa y sin brújula. Correremos serios riesgos de perdernos.
Para despertarnos de ese posible letargo, el profeta Oshea nos llama en este Shabat y nos dice: ‘Shuva Israel Ad Adonai Eloheja Ki Kashalta BeAvoneja’ (Retorna, Israel, al Eterno tu Dios porque tropezaste en tu iniquidad’). ¡Retorna Israel! ¡Despierta Israel! Faltan pocos días para el gran examen...
Rab Gustavo Surazski
Este Shabat recibe el nombre de Shabat Shuvá: el Shabat del retorno. Es el profeta Oshea quien nos llama a regresar en este Shabat previo a Iom HaKipurim.Ahora…¿sabemos realmente dónde queremos retornar? ¿Sabemos dónde esta esa ruta a la que hace mención el profeta?Escucharemos en este Shabat: ‘¡Shuva Israel! (Retorna Israel)’.Pero...¿qué tal si estamos perdidos? ¿Qué tal si nadie nos sabe orientar acerca de cómo regresar?Aprendemos en este Shabat, que el retorno es difícil cuando uno está desorientado. Es imposible regresar de memoria, cuando uno no sabe bien donde está parado.
A menudo, cuando tomamos el auto y emprendemos un largo viaje necesitamos de un mapa. Otras veces uno sabe cómo llegar de memoria. Uno no necesita de un mapa para llegar de casa al trabajo o de casa a la escuela; es un viaje de todos los días...Pero hay ciertos viajes en donde hay que estar bien atentos. Debemos prestar atención a los carteles del camino y si nos confundimos en alguno y nos desviamos de la ruta, deberemos prestar atención a aquellos carteles que nos llevan de regreso a la ruta.
El ejercicio de la Teshuvá no es sencillo. Tenemos que hacer un balance, estudiarnos, ubicar nuestros puntos frágiles e intentar superarlos.No es un trabajo fácil, es lento. Es una labor que comienza con el mes de Elul y termina al cabo de cuarenta días. Es una ruta con varias estaciones: el mes de Elul, Rosh HaShaná, los diez días de Teshuvá, Iom HaKipurim. Es similar a una escalera con varios escalones.
En Iom HaKipurim podremos devorar el majzor y decir de memoria las cinco tefilot del día. Podremos agujerear nuestros pechos por los golpes de nuestros puños. Pero si permanecimos indiferentes durante todos estos días, seremos como aquel que viaja de memoria por una ruta inhóspita, sin mapa y sin brújula. Correremos serios riesgos de perdernos.
Para despertarnos de ese posible letargo, el profeta Oshea nos llama en este Shabat y nos dice: ‘Shuva Israel Ad Adonai Eloheja Ki Kashalta BeAvoneja’ (Retorna, Israel, al Eterno tu Dios porque tropezaste en tu iniquidad’). ¡Retorna Israel! ¡Despierta Israel! Faltan pocos días para el gran examen...
Rab Gustavo Surazski
lunes, 14 de septiembre de 2009
Entrevista al Rabino Mauricio Balter
Kiriat Bialik, un proyecto que ya absorbió a 500 familias de inmigrantes.
Con el objetivo de promover la inmigración a esa ciudad del norte israelí, se encuentra en Argentina el rabino argentino Mauricio Balter, quien señaló en diálogo con la Agencia Judía de Noticias, AJN, que el éxito del proyecto “es conocido por su apoyo comunitario para acompañar a los olim (inmigrantes) en su inserción en Israel, por un gran grupo de voluntarios que ayuda, da soporte y atiende a los que llegan”.
“El objetivo es promover la aliá (inmigración) a Kiriat Bialik, que ya tiene en su seno a 504 familias sudamericanas. Es un proyecto que es conocido por su apoyo comunitario en el acompañamiento de los olim en su inserción en Israel. Una gran cantidad de voluntarios ayuda, da soporte y atiende a los que llegan”, contó Balter a AJN.
Consultado por los beneficios de vivir en esa cuidad, el rabino respondió a esta agencia que “Kiriat Bialik es una ciudad que se encuentra al norte de Israel, entre Haifa y Acre, en una ubicación privilegiada ya que hacia el sur, a 10 kilómetros, está el polo industrial de Haifa y hacia el norte, el sector sur de Acre, que tiene una salida laboral muy importante. Kiriat Bialik cuenta con 500 pequeñas y medianas industrias, que dan al inmigrante un importante mercado laboral. Está también uno de los centros comerciales más grandes de Israel con 500 puestos de trabajo. Cuenta además con las escuelas ORT más grandes del país, junto a una red educativa de altísimo nivel y alto nivel de vida”.
Según Balter, hay beneficios adicionales por vivir en esa ciudad. “Hay beneficios adicionales, como el pago del primer año de educación, todos los talleres municipales extracurriculares y el pago de la cuota en el club de la ciudad”, añadió.
En el ámbito comunitario señaló que “es una comunidad conservadora que brinda una ayuda espiritual muy grande y un marco de inserción.
La componen personas de 29 países, es un gran laboratorio de inserción”.“Si bien la absorción es personal, la gente de Kiriat Bialik quiere ayudar a los nuevos inmigrantes, porque quieren retribuir lo que recibieron”, aseguró.
Actualmente, la gran expectativa de la ciudad está la llegada de 20 familias.
Sobre la vida cotidiana en Israel, Balter dijo que “la realidad israelí es complicada, pero hay datos alentadores que indican que se salió de la crisis, y que ahora transitan una etapa de florecimiento". El Producto Bruto Interno subió en un 1 porciento, y bajó el nivel de desocupación. En lo social, la ciudad se está transformado y el gobierno está intentando hacer algunos cambios.
En lo que respecta a la seguridad, Kiriat Bialik está pasando por un buen momento. “Se dan las conversaciones con Siria, aún hay aspectos para cerrar con Estados Unidos que Netanyahu y Lieberman tendrán que evaluar para seguir adelante, mi visión es optimista”, dijo Balter.
La amenaza iraní es uno de los temas que ocupan a los israelíes. En este sentido, el rabino indicó que “la amenaza iraní no está presente en nuestras actividades cotidianas. Lo que puedo decir es que es un asunto constante que se discute mucho a nivel gubernamental. Es una preocupación, pero no influye en la vida cotidiana”.
Por último, y consultado sobre el desempeño del gobierno de Netanyahu, Balter destacó que “el premier todavía no logró encontrar una línea clara de estrategia para desarrollar las pautas de su gobierno y de las negociaciones”.
Nota publicada en www.prensajudia.com
Con el objetivo de promover la inmigración a esa ciudad del norte israelí, se encuentra en Argentina el rabino argentino Mauricio Balter, quien señaló en diálogo con la Agencia Judía de Noticias, AJN, que el éxito del proyecto “es conocido por su apoyo comunitario para acompañar a los olim (inmigrantes) en su inserción en Israel, por un gran grupo de voluntarios que ayuda, da soporte y atiende a los que llegan”.
“El objetivo es promover la aliá (inmigración) a Kiriat Bialik, que ya tiene en su seno a 504 familias sudamericanas. Es un proyecto que es conocido por su apoyo comunitario en el acompañamiento de los olim en su inserción en Israel. Una gran cantidad de voluntarios ayuda, da soporte y atiende a los que llegan”, contó Balter a AJN.
Consultado por los beneficios de vivir en esa cuidad, el rabino respondió a esta agencia que “Kiriat Bialik es una ciudad que se encuentra al norte de Israel, entre Haifa y Acre, en una ubicación privilegiada ya que hacia el sur, a 10 kilómetros, está el polo industrial de Haifa y hacia el norte, el sector sur de Acre, que tiene una salida laboral muy importante. Kiriat Bialik cuenta con 500 pequeñas y medianas industrias, que dan al inmigrante un importante mercado laboral. Está también uno de los centros comerciales más grandes de Israel con 500 puestos de trabajo. Cuenta además con las escuelas ORT más grandes del país, junto a una red educativa de altísimo nivel y alto nivel de vida”.
Según Balter, hay beneficios adicionales por vivir en esa ciudad. “Hay beneficios adicionales, como el pago del primer año de educación, todos los talleres municipales extracurriculares y el pago de la cuota en el club de la ciudad”, añadió.
En el ámbito comunitario señaló que “es una comunidad conservadora que brinda una ayuda espiritual muy grande y un marco de inserción.
La componen personas de 29 países, es un gran laboratorio de inserción”.“Si bien la absorción es personal, la gente de Kiriat Bialik quiere ayudar a los nuevos inmigrantes, porque quieren retribuir lo que recibieron”, aseguró.
Actualmente, la gran expectativa de la ciudad está la llegada de 20 familias.
Sobre la vida cotidiana en Israel, Balter dijo que “la realidad israelí es complicada, pero hay datos alentadores que indican que se salió de la crisis, y que ahora transitan una etapa de florecimiento". El Producto Bruto Interno subió en un 1 porciento, y bajó el nivel de desocupación. En lo social, la ciudad se está transformado y el gobierno está intentando hacer algunos cambios.
En lo que respecta a la seguridad, Kiriat Bialik está pasando por un buen momento. “Se dan las conversaciones con Siria, aún hay aspectos para cerrar con Estados Unidos que Netanyahu y Lieberman tendrán que evaluar para seguir adelante, mi visión es optimista”, dijo Balter.
La amenaza iraní es uno de los temas que ocupan a los israelíes. En este sentido, el rabino indicó que “la amenaza iraní no está presente en nuestras actividades cotidianas. Lo que puedo decir es que es un asunto constante que se discute mucho a nivel gubernamental. Es una preocupación, pero no influye en la vida cotidiana”.
Por último, y consultado sobre el desempeño del gobierno de Netanyahu, Balter destacó que “el premier todavía no logró encontrar una línea clara de estrategia para desarrollar las pautas de su gobierno y de las negociaciones”.
Nota publicada en www.prensajudia.com
miércoles, 9 de septiembre de 2009
Parashat Nitzavim 5769
B"H
No está en los cielos
Existe una gran diferencia entre la sensación que nos embarga en los días de Pesaj, al inicio de la primavera y las sensaciones que experimentamos en estos días de fiesta que se avecinan, al asomar el otoño en hemisferio norte.
Cuando llega Pesaj, uno comienza a experimentar deseos de ponerse en contacto con la tierra.
La naturaleza nos invita. Las flores comienzan a cubrir la tierra, el verde de las montañas nos llama y la brisa de la primavera nos llama a ‘conquistar la tierra’ con nuestros pies.
Cuando –seis meses después- llegan los Iamim Noraim, ya no es la tierra la que queremos conquistar. En esta época del año, nos ocupamos –más bien- del otro extremo de la escalera de Iaakov; cuando llega jodesh Elul, es el cielo el que queremos tocar.
Son tiempos de mucha rujaniut (espiritualidad), en los que muchas cosas se mueven en nuestro interior al son de las melodías de los Iamim Noraim que lentamente comienzan a sonar...Y lentamente nos iremos vistiendo de ángeles, hasta llegar al día de Iom Kipur en el que alejados de todos nuestros placeres corporales, volamos como ángeles al servicio de Dios.
Y previo a los estos celestiales jaguim, leemos Parashat Nitazvim.
Siempre -todos los años- Parashat Nitzavim es la sección que se lee el Shabat anterior a Rosh HaShaná.
Y en ella aparece un pasuk con tono de advertencia:
Lo BaShamaim Hi (No está en los cielos).
‘No te quedes en el Cielo’, parece advertirnos la Torá previo a este retiro espiritual de diez días que se inicia con Rosh HaShaná.
Existe en hebreo la expresión Ieridá LeTzorej Aliá.
En la vida existen momentos de crecimiento, momentos de meseta y momentos de depresión, en todos los órdenes de la vida.
Pero cuando una depresión es sucedida por un gran crecimiento, a éso se lo llama Ieridá LeTzorej Aliá (Descenso imprescindible para un posterior ascenso).
Se cae –es cierto- pero para subir aun más alto de lo que estábamos. La caída no es otra cosa que el impulso necesario para seguir creciendo.
Si me permiten, deseo patentar hoy una nueva expresión.
Los Iamim Noraim, no son otra cosa que una Aliá LeTzorej Ieridá (Ascenso imprescindible para un posterior descenso).
Subimos al Cielo por diez días, o –al menos- intentamos tocarlo con nuestras manos.
Pero en realidad subimos para poder después pisar mejor sobre la tierra.
Lo BaShamaim Hi, nos dice la Torá.
No está en los Cielos.
Aprendan a bajar…No se queden ahí.
La Torá nos cuenta al inicio de Parashat VaIetzé que los ángeles del sueño de Iaakov subían y bajaban por aquella ya mítica escalera.
Si son ángeles –preguntan los comentaristas - ¡debieran bajar y luego subir! No al revés.
¿Qué nos quiere enseñar la Torá a través de esta aparente contradicción?
Tal vez nos quiera enseñar que ese es el camino a seguir: Tocar el Cielo, pero para regresar a la tierra.
Aprendan de los ángeles, nos dice la Torá.
Lo BaShamaim Hi.
Cuenta una historia que el célebre Sherlock Holmes y el Dr.Watson se fueron de camping.
Después de una buena cena y una botella de vino se despidieron y se fueron a dormir.
Horas más tarde, Holmes se despertó y codeó a su amigo.
‘Watson, mira el cielo y dime qué ves’.
Watson meditó solo un instante y contestó: ‘Veo millones y millones de estrellas’.
‘¿Y eso que te dice?’, preguntó Holmes.
Watson reflexionó un par de minutos y respondió:
‘Astronómicamente, me dice que hay millones de galaxias y potencialmente billones de planetas...
Astrológicamente, veo que Saturno está en Leo...
Cronológicamente, deduzco que son aproximadamente las tres y diez...
Teológicamente, puedo ver que Dios es todopoderoso y que somos pequeños e insignificantes...
Meteorológicamente, intuyo que tendremos un hermoso dia mañana...
‘¿Y a usted que le dice Sherlock?’, preguntó Watson.
El detective encendió su primer pipa del dia y respondió con calma: ‘Muy bien no sé qué me dice…Pero hay algo que sí se: ¡Nos robaron la carpa!’.
Lo BaShamaim Hi.
No se queden en el cielo; sólo estamos allí de prestado.
Miremos para abajo, que es aquí donde nos reclaman…
Rabino Gustavo Surazski. Comunidad "Netzaj Israel", Ashkelon.
No está en los cielos
Existe una gran diferencia entre la sensación que nos embarga en los días de Pesaj, al inicio de la primavera y las sensaciones que experimentamos en estos días de fiesta que se avecinan, al asomar el otoño en hemisferio norte.
Cuando llega Pesaj, uno comienza a experimentar deseos de ponerse en contacto con la tierra.
La naturaleza nos invita. Las flores comienzan a cubrir la tierra, el verde de las montañas nos llama y la brisa de la primavera nos llama a ‘conquistar la tierra’ con nuestros pies.
Cuando –seis meses después- llegan los Iamim Noraim, ya no es la tierra la que queremos conquistar. En esta época del año, nos ocupamos –más bien- del otro extremo de la escalera de Iaakov; cuando llega jodesh Elul, es el cielo el que queremos tocar.
Son tiempos de mucha rujaniut (espiritualidad), en los que muchas cosas se mueven en nuestro interior al son de las melodías de los Iamim Noraim que lentamente comienzan a sonar...Y lentamente nos iremos vistiendo de ángeles, hasta llegar al día de Iom Kipur en el que alejados de todos nuestros placeres corporales, volamos como ángeles al servicio de Dios.
Y previo a los estos celestiales jaguim, leemos Parashat Nitazvim.
Siempre -todos los años- Parashat Nitzavim es la sección que se lee el Shabat anterior a Rosh HaShaná.
Y en ella aparece un pasuk con tono de advertencia:
Lo BaShamaim Hi (No está en los cielos).
‘No te quedes en el Cielo’, parece advertirnos la Torá previo a este retiro espiritual de diez días que se inicia con Rosh HaShaná.
Existe en hebreo la expresión Ieridá LeTzorej Aliá.
En la vida existen momentos de crecimiento, momentos de meseta y momentos de depresión, en todos los órdenes de la vida.
Pero cuando una depresión es sucedida por un gran crecimiento, a éso se lo llama Ieridá LeTzorej Aliá (Descenso imprescindible para un posterior ascenso).
Se cae –es cierto- pero para subir aun más alto de lo que estábamos. La caída no es otra cosa que el impulso necesario para seguir creciendo.
Si me permiten, deseo patentar hoy una nueva expresión.
Los Iamim Noraim, no son otra cosa que una Aliá LeTzorej Ieridá (Ascenso imprescindible para un posterior descenso).
Subimos al Cielo por diez días, o –al menos- intentamos tocarlo con nuestras manos.
Pero en realidad subimos para poder después pisar mejor sobre la tierra.
Lo BaShamaim Hi, nos dice la Torá.
No está en los Cielos.
Aprendan a bajar…No se queden ahí.
La Torá nos cuenta al inicio de Parashat VaIetzé que los ángeles del sueño de Iaakov subían y bajaban por aquella ya mítica escalera.
Si son ángeles –preguntan los comentaristas - ¡debieran bajar y luego subir! No al revés.
¿Qué nos quiere enseñar la Torá a través de esta aparente contradicción?
Tal vez nos quiera enseñar que ese es el camino a seguir: Tocar el Cielo, pero para regresar a la tierra.
Aprendan de los ángeles, nos dice la Torá.
Lo BaShamaim Hi.
Cuenta una historia que el célebre Sherlock Holmes y el Dr.Watson se fueron de camping.
Después de una buena cena y una botella de vino se despidieron y se fueron a dormir.
Horas más tarde, Holmes se despertó y codeó a su amigo.
‘Watson, mira el cielo y dime qué ves’.
Watson meditó solo un instante y contestó: ‘Veo millones y millones de estrellas’.
‘¿Y eso que te dice?’, preguntó Holmes.
Watson reflexionó un par de minutos y respondió:
‘Astronómicamente, me dice que hay millones de galaxias y potencialmente billones de planetas...
Astrológicamente, veo que Saturno está en Leo...
Cronológicamente, deduzco que son aproximadamente las tres y diez...
Teológicamente, puedo ver que Dios es todopoderoso y que somos pequeños e insignificantes...
Meteorológicamente, intuyo que tendremos un hermoso dia mañana...
‘¿Y a usted que le dice Sherlock?’, preguntó Watson.
El detective encendió su primer pipa del dia y respondió con calma: ‘Muy bien no sé qué me dice…Pero hay algo que sí se: ¡Nos robaron la carpa!’.
Lo BaShamaim Hi.
No se queden en el cielo; sólo estamos allí de prestado.
Miremos para abajo, que es aquí donde nos reclaman…
Rabino Gustavo Surazski. Comunidad "Netzaj Israel", Ashkelon.
jueves, 3 de septiembre de 2009
Parashat Ki Tavó 5769
B"H
Maldita Abundancia
Imaginen que pertenecen a la generación del desierto y desean abrir una pequeña empresa para satisfacer las necesidades de aquella multitud. Cuarenta años con un público cautivo y seiscientos mil clientes juntos no son cosa para despreciar. Pensemos algunas alternativas:
Venta de agua mineral. No sirve. Un pozo de agua acompañaba a Israel durante toda la travesía del desierto.
Venta de pan y alimentos varios. Tampoco sirve. El pan caía del cielo.
Una agencia de seguridad para la larga caminata. Innecesario. Una columna de nube y otra de fuego los guiaba y los cuidaba como nadie.
Venta y remiendo de calzado y ropa. Sin sentido. Ya lo dice la Parashá de esta semana: ‘No se estropeó vuestro vestido de sobre vosotros, y tu zapato no se estropeó de sobre tus pies’ (Devarim 29, 4).
¿Qué le faltaba a la generación del desierto? Nada. De manera que pocas iniciativas comerciales podrían haber tenido algún éxito…Todo esto en realidad tenía un objetivo. Formar a todo un pueblo en el espíritu de la Torá, para que puedan estudiar aquella Ley que habían recibido en el Monte Sinaí e ingresar a la Tierra Prometida como un pueblo santo.
Cuando uno piensa en lo ventajosa que fue la travesía del desierto, entiende porque aquella generación era tan quejosa y dura de entender. La abundancia excesiva es una auténtica maldición sobre todo cuando se deja a Di-s de lado.
En nuestra Parashá el pueblo de Israel se encuentra en las estepas de Moab preparado para la conquista. Y es aquí -frente al río Iarden- que se renueva el pacto que ya se hiciera en el desierto.
¿Por qué era necesario un segundo pacto? En el desierto, la conducción del pueblo era milagrosa y sobrenatural. Al ingreso a la Tierra Prometida, esto cambiaría. Allí se entraría con la ayuda de una conducción natural y terrenal: se iría a conquistar la Tierra por medio de la espada, y conseguirá el pan, como el resto de la humanidad, con el sudor de su frente.
Di-s sabe que aquella vieja generación estuvo rodeada de tantos milagros que jamás pudo apreciar ninguno. Ahora…las reglas del juego cambian, y el pacto se renueva con la esperanza de que aquella nueva generación pueda comprender más y mejor...
Rabino Gustavo Surazski. Comunidad "Netzaj Israel", Ashkelon.
Maldita Abundancia
Imaginen que pertenecen a la generación del desierto y desean abrir una pequeña empresa para satisfacer las necesidades de aquella multitud. Cuarenta años con un público cautivo y seiscientos mil clientes juntos no son cosa para despreciar. Pensemos algunas alternativas:
Venta de agua mineral. No sirve. Un pozo de agua acompañaba a Israel durante toda la travesía del desierto.
Venta de pan y alimentos varios. Tampoco sirve. El pan caía del cielo.
Una agencia de seguridad para la larga caminata. Innecesario. Una columna de nube y otra de fuego los guiaba y los cuidaba como nadie.
Venta y remiendo de calzado y ropa. Sin sentido. Ya lo dice la Parashá de esta semana: ‘No se estropeó vuestro vestido de sobre vosotros, y tu zapato no se estropeó de sobre tus pies’ (Devarim 29, 4).
¿Qué le faltaba a la generación del desierto? Nada. De manera que pocas iniciativas comerciales podrían haber tenido algún éxito…Todo esto en realidad tenía un objetivo. Formar a todo un pueblo en el espíritu de la Torá, para que puedan estudiar aquella Ley que habían recibido en el Monte Sinaí e ingresar a la Tierra Prometida como un pueblo santo.
Cuando uno piensa en lo ventajosa que fue la travesía del desierto, entiende porque aquella generación era tan quejosa y dura de entender. La abundancia excesiva es una auténtica maldición sobre todo cuando se deja a Di-s de lado.
En nuestra Parashá el pueblo de Israel se encuentra en las estepas de Moab preparado para la conquista. Y es aquí -frente al río Iarden- que se renueva el pacto que ya se hiciera en el desierto.
¿Por qué era necesario un segundo pacto? En el desierto, la conducción del pueblo era milagrosa y sobrenatural. Al ingreso a la Tierra Prometida, esto cambiaría. Allí se entraría con la ayuda de una conducción natural y terrenal: se iría a conquistar la Tierra por medio de la espada, y conseguirá el pan, como el resto de la humanidad, con el sudor de su frente.
Di-s sabe que aquella vieja generación estuvo rodeada de tantos milagros que jamás pudo apreciar ninguno. Ahora…las reglas del juego cambian, y el pacto se renueva con la esperanza de que aquella nueva generación pueda comprender más y mejor...
Rabino Gustavo Surazski. Comunidad "Netzaj Israel", Ashkelon.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)